Blanca Mª Cárdeno, 2º Premio Menores 21 años Searus-1992


BLANCA Mª CÁRDENO VERDEJO

         
Nota Biográfica

          Blanca María Cárdeno Verdejo nace el 4 de Febrero de 1973 en Huelva, ciudad en la que reside actualmente. De temprana vocación poética –compone sus primeros versos a los diez años– prefiere reservar en silencio sus composiciones hasta la edad de diecisiete años en que participa y obtiene premio en un certamen convocado por el centro en que cursa Bachillerato. Posteriormente participa con su poema “Gris Oscuro” en el “XV Certamen de Poesía Searus”, obteniendo su primer gran premio de ámbito nacional. A partir de entonces, envía sus poemas a distintos certámenes pero sin fortuna. Asimismo ha publicado artículos en el periódico local e intervenido en gacetas culturales promovidas por la Universidad del Huelva donde estudia tercer curso de Derecho.
          Define su poesía como “una prosa poética compleja y, esencialmente, metafórica; un velo que oculta todo cuanto pienso, siento y vivo”.

Blanca Mª Cárdeno Verdejo, noviembre de 1993




Obra: “GRIS OSCURO”
2º Premio Menores de 21 años
XV Certamen de Poesía Searus, 1992



                    GRIS OSCURO

Escupe mi pluma versos amargos esta noche
en que el dolor anega mi corazón confundido
y mi alma raída cruza los barrotes de mi pecho inerme
buscando un hueco donde cobijarse.
Este alma mía que inhibe su presencia
en su papel siempre de abnegada consorte
autosellándose en una costra inexpugnable.
Y es esta farsa pasajera la que oprime y consume mi existencia
que abyecta se resigna
a las huellas que el espejo denota.
Inquieta dormito sin conciliar una evasión
hastiada amanezco entre sábanas blancas de agua salada
y la ofuscación reprimida desboca indómita
tras el umbral de mi guarida.
Desde aquí, mi celda, la mía soledad y extenuación
prorrumpe mi espíritu en sollozos
pensando en esas almas abúlicas
paridas para tapar un recalcitrante agujero demográfico.
Desde aquí se recrea en la nostalgia de mi infancia
con su hedor a inocencia
que arrebata traicionera
los momentos de mi mediocre inconsciencia.
Si la infancia desleal no hubiera levantado estos muros insolubles
mi alma, ora yerta ora imbatible,
espolearía libre
como lo hiciera otrora.
Mas ahora en arcadas se tuerce vasqueante
contemplando su entorno,
esta recia vorágine
que nunca amaina.
Es pasado y presente los que la tornan exánime
e involucran en un aciago desafío:
vivir ávida de sensaciones o morir impávida.
Ah! mi alma carece de espíritu y mi cuerpo de alma
mis pensamientos de esquemas y mi vida de fe.
Cuánto he de resistir hasta que mi cuerpo leve
caiga en la hornacina más negra
y el frío, la desazón y el escepticismo
trencen las ligaduras de mi mortaja temprana.
Querrás, quizás, volver a empezar
pero  tu alma, tu soporte, no.
No te levantarás.
Busco expresar lo inexpresable con estas letras
mas los sentimientos amargos no se manejan con pluma
y sólo las lágrimas los satisfacen.
Cuando invades mi mirada
y te haces intruso en mis ojos
las palabras, sobran, aquéllos hablan.

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