Margarita Arroyo, 1º Premio Poesía Searus-2009


MARGARITA ARROYO

Nota Biográfica

          M. Concepción Fernández, “Margarita Arroyo”, es farmacéutica y profesora universitaria de cursos para posgraduados, tiene abierta consulta privada como psicoterapeuta y realiza trabajos de peritaciones caligráficas oficiales.

Libros publicados:
          “Reducida apalabra” (1983). “El yelmo y sus adornos” (dos ediciones 1984 y 1985). “Sin mirar a los lados” (1988). “Trilogía de la palabra, el yelmo y la mirada” (1997). “El albarelo de la cruz lisada” (1999) (prosa). “La gran aventura de León Felipe” (Dos ediciones, 2006 y 2007) (prosa).

Premios concedidos:
          “Francisco de Quevedo” 1984. “Hernán Esquío” 1985. “Medalla de Poesía Nueva Gente” 1985. “Premio AEFLA” 1986. “Mini-hucha de Oro” 1986. “Hucha de Plata” 1986. “Ibn Jafaya” 1987. “Hucha de Plata” 1988. “Clarín” 1992. “Medalla del Ateneo de Madrid” 1993. “Quijote” 1997. “Río Henares” 1998. “Alcaraván” 1998. “Searus” 2009. Hija adoptiva de Fontiveros.


Noviembre de 2010




Obra: “YA NUNCA IRÉ A CONSTANTINOPLA”
1º Premio, XXXII  Certamen de Poesía Searus, 2009




I

A ti
que siempre conservaste esa gracia fructífera
de ser una ventana
abierta
y encendida.



II

Ardías entre el romero aquella tarde
como torre, como arco, como ángel.
Estabas con tal vida,
con los pies tan asentados en la tierra
que, con una imprecación, maldije.
Y aún me dije:
No puede irse ahora.
Es imposible.
Pero me equivoqué.
Me equivoqué.
Me equivoqué.



III

Tus ojos se escondieron en la noche
no sé si con nostalgia
o con asombro.
Hacía tiempo que no deseabas los goznes
de aquellas horas de hierro
y dejaste que fluyera mansamente la silenciosa trocha
para estar
          al otro lado del dolor;
exactamente muerto.



AQUEL DÍA

Aquel día no hubo
hecatombes ni eclipses
ni cayeron los santos
tristes de su hornacina,
fuera de aquella alcoba
-¿cómo era posible?-
Se sucedía todo
igual que cualquier día.
Pero sobre la sábana
él se fue transformando
y se fueron haciendo
sus manos como arena,
como guijarros fríos
su pecho poderoso,
viento su cráneo, un viento
febril y apresurado
que abandonó la almohada
dejándonos muy solos.
Esto sucedió un día
un día desalmado
que quisiera olvidar
y tengo en la memoria
clavado como un dolmen
en mitad de la nada,
como señal cruel
de peligro incesante
que anuda mi garganta
con un frío que ahoga.

¿Cómo cayó una torre
tan poderosa y cierta?

Hoy muchas horas tienen
un regusto de asombro,
de soledad indigna,
de miedo controlado,
que sin querer me hacen
cerrar las escotillas.
Los corredores suenan
como viejas campanas,
como yunques partidos,
perdidos para el golpe.
Los senderos se fueron
encerrando en sí mismos
sicarios oficiosos
de quien lo arrebataba.
La luz se hizo un nudo,
una madeja informe,
un agua ardiente y fiera
que escocía en los ojos.

Pero no dices Tú
la última palabra.
No sellarás su boca
con invencible lacre,
con tu fuego canalla
de acetileno triste,
con tu sonrisa fatua
de quien todo lo puede.
Y ahora quiero que sepas:
sólo a nosotros vences,
a los que te quisimos,
a los que le queremos
porque nadie se queda
contigo para siempre.

Ahora escúchame, Muerte:
Tú, la Sola,
la Sola,
la Sola por los siglos,
la Sola eternamente,
no conservas ya nada
de lo que arrebataste.
Y tras la podredumbre
de tu pecho sin nombre
él canta donde nunca
podrías alcanzarle.



V

Tal serenidad advierto en tu mirada
que mi dolor me asombra
y no sé qué decirme.
Pero tú me sonríes
y callas
y acaso me haces señas
mientras recompongo mi soledad
en esta orilla.



VI

Estás de pié
me miras y sonríes
y nada te pregunto, nada inquiero.
El tiempo vuelve atrás por un instante
y yo no sé por qué
no me abrazo a tu sombra dulcemente.



VII

No importan las preguntas.
Ahora estás
y es suficiente en estos días
de carencia absoluta de tus manos,
de ausencia de tu nombre.
Sé que estás; solamente.
Y como una columna tú sostienes la tarde
para mi triste corazón
para esta playa desbocada, umbría,
porque nada más que tus ojos existen
en días tan ciegos.



VIII

A veces te alejas soñando el camino,
te vuelves levemente,
con la mirada invitas
hasta ofrecer confianza y paz en esta ruta
que tú conoces ya perfectamente.



IX

No tiraré de ti.
Todo ya está cumplido,
pero aún así, permíteme que añore
el tacto de tu mano en mi sonrisa.



X

Toda el agua del mar podría haber cabido
en tus años de cal.
De amargo cal y canto.
Pero no consentiste que ni por un momento
el azogue te arrastrase a la pena
royera tus tablones
o te hundiera acogedoramente en la penumbra.



XI

Tu pequeño jardín estaba en paz,
de flores amarillas encendido,
tan alegre moteado de blanco
que una gran dentellada de rencor
me invadió
por sentir tanta vida en tanta muerte.



XII

La herida estaba abierta
y tú pesaste.
Apenas una mirada de soslayo
para reconvenirme,
para que no olvidase y amara de otra forma:
lejana,
serena,
dulcemente.



XIII

Te pesaba en el hombro la mano azul de Dios
pero decías:
“El jefe siempre sabe por qué hace las cosas”;
y tu mirada tenía un más allá encendido
que no pudieron arrancarte
ni el dolor
ni el cansancio
ni la pena.



XIV

Háblame de los ángeles, te dije,
Cuéntame
de sus pechos de alumbre,
de su estirpe,
de sus insomnes palabras,
de su dicha,
del crepitar terrible de sus bocas,
de si nuestro fervor llega hasta ellos.
Tú respondiste: “Todavía no”
Y yo me enfadé con tu corazón
-tan olvidadizo-
que cuando aún me mirabas con tus ojos
prometiste contestar a mis preguntas.



XV

A veces soy tan tonta que me olvido
de cosas cotidianas
e importantes.
Es por eso ¿sabes? que sin querer me digo:
“Habré de darle esta noticia”
“le llevaré este libro”
o “le llamaré para decirle…”
Y entonces
me sabe a mar la boca al acordarme
de que has muerto.



XVI

Ya nunca iré a Constantinopla.
Ya no podré
enseñarte Dolmabache, ni esa mezquita
tan azul,
candorosa y magnífica.
El estrecho con su oro y su plata
sabrá que nunca te conduje a su presencia
y el día que regrese
habrá de recibirme con reproche
porque nunca,
nunca pude llevarte hasta su puerta.

Searus en la Comisión de la Cabalgata de Reyes Magos


SEARUS PARTICIPÓ EN LA COMISIÓN
DE LA CABALGATA DE REYES MAGOS


            De 1979 a 1982 la Asociación Cultural SEARUS fue miembro  permanente de la “Comisión de la Cabalgata de Reyes Magos” de Los Palacios y Villafranca. Años en los que la Cabalgata de Reyes no era organizada por el Ayuntamiento, sino por un grupo de personas independientes y por la Asociación Cultural Searus entre ellos. Dicha  iniciativa sirvió para dar un impulso importante a lo que hoy se ha convertido en una actividad tradicional de nuestras fechas navideñas, para disfrute de nuestros pequeños y menos jóvenes.
         
          Las reuniones de la Comisión Organizadora de la Cabalgata se celebraban en las oficinas que el equipo de fútbol de la Unión Deportiva Los Palacios tenía, cedidas por el Ayuntamiento, en la primera planta del edificio denominado “Círculo Cultural”, hoy “Círculo Joven”. En otras ocasiones, cuando el tema requería la presencia de un mayor número de personas (reuniones informativas, entrega de cuentas, balance económico, informaciones generales, etc.), las reuniones se llegaron a celebrar en el local que la “Peña Flamenca el Pozo de Las Penas” disponía en aquella época en la calle Real de Villafranca, cercano al restaurante “Casa Moral”. Dos de nuestros socios asistían de forma asidua, como representantes permanentes de Searus en el seno de la Comisión, a las reuniones que se convocaban.

          Numerosas fueron las propuestas, trabajos e iniciativas en las que nuestros jóvenes asociados intervinieron para consolidar la iniciativa que unos años antes (1974) habían comenzado diversos maestros de nuestro pueblo (como aparece en el nº 0 de la Revista SEARUS, publicada en la primera quincena de 1977). Años más tarde sería la Delegación Municipal de Festejos del Ayuntamiento de Los Palacios y Villafranca quién recogería el testigo de la organización de la Cabalgata de Reyes en nuestro pueblo.

          Distribución de propaganda y carteles de las actividades organizadas por la Comisión (partidos de fútbol benéficos, cenas...), venta de papeletas, colaboración en el montaje y acondicionamiento de las carrozas, itinerario de la comitiva, etc. fueron entre otras las actividades en las que Searus se implicó de forma activa.

          En aquellos años las carrozas eran ideadas, esbozadas, proyectadas en su estructura y forma por miembros de la Comisión. Para el montaje de los proyectos de carrozas se contrataba a personal cualificado (carpinteros, electricistas, etc.), que contaban con la colaboración y ayuda, de forma gratuita y altruista, de los jóvenes asociados de Searus y otros miembros de la mencionada Comisión organizadora.

          Las naves de Navarro, situadas a la salida de Los Palacios y Villafranca en la carretera Nacional IV en dirección a Sevilla, el almacén de cebollas (de Navarro) junto al añorado Palenque Municipal, etc. son lugares que aún guardan entre sus paredes recuerdos de aquellos años en los que Comisión de la Cabalgata realizó allí la ornamentación de las carrozas.

          En sus orígenes la comitiva de la Cabalgata comenzaba su recorrido desde el colegio Andrés Bernáldez. En los años en los que Searus fue miembro de la Comisión se modificó dicha costumbre y se efectuaron las salidas del cortejo Real desde las instalaciones del Palenque Municipal. La Cabalgata incrementó el número de carrozas que hacían la comitiva, además de peregrinar por un número más amplio de calles, esto hizo que el evento adquiriese una mayor popularidad entre los vecinos del pueblo.

           Los asociados de SEARUS, con edades comprendidas entre los 14 y 20 años, contribuyeron en aquellos años a que los niños y niñas de nuestro pueblo disfrutasen el día cinco de enero del desfile que los Magos de Oriente realizaban por las calles de Los Palacios y Villafranca.

          Cuando en enero de 1978 Searus comenzó a formar parte de la Comisión organizadora de la Cabalgata de Reyes Magos de Los Palacios y Villafranca, la junta directiva estaba integrada, en sus cargos más representativos, por las siguientes personas:
           
            PRESIDENTE: Manuel Mauri León.
          CONTABLE: Antonio Álvarez Murillo
          SECRETARIO: Enrique Cabello Pavón


Premios Searus 2009-XXXII Certamen de Poesía


PREMIOS SEARUS 2009
XXXII Certamen de Poesía

Año de Edición: 2010
Portada e Ilustraciones: Antonio Manuel Páez Rincón
Maquetación: Francisco Caballero Galván
Prólogo: Amaya Blanco García
Poetas:
Margarita Arroyo (M. Concepción Fernández)
Ana María Garrido Padilla


PRÓLOGO A LA EDICIÓN DE SEARUS 2009

             Dos mujeres han sido las ganadoras en este trigésimo segundo certamen de poesía “Searus” que el municipio de Los Palacios convoca anualmente para la promoción de este arte que no conoce ni debe conocer fronteras.
         
          De la nómina de insignes poetas ganadores de este certamen que en 2002 celebró su XXV aniversario con una publicación recopilatoria excelente, sólo seis mujeres poetas habíamos tenido el honor de recibir esta distinción (de un total de cincuenta y un premios hasta entonces).

          Sin embargo, la poesía, como el resto de la sociedad, poco a poco, aunque no sin esfuerzo, se va zafando de los prejuicios que relegaban a la mujer al ámbito del hogar y le va posibilitando medirse en pie de igualdad en justas poéticas tan prestigiosas como la del municipio palaciego.

          Y los resultados no se están haciendo esperar, ya que los dos poemarios, de un total de doscientos presentados, destacan por su calidad poética, pese a la gran diferencia de los registros utilizados.

          La ganadora del primer premio, Margarita Arroyo, tiene un perfil profesional distinto al que estamos habituados en el mundo literario, ya que su personalidad abarca los ámbitos científicos y humanístico. La versatilidad de esta poeta le ha llevado a campos tan distintos como la música, la educación, la psicoterapia o la farmacia, profesión ésta última que ejerce en la actualidad, en paralelo a su actividad literaria (entre otras). La energía incansable de esta mujer de ciencias y de letras ha dado como fruto, hasta la actualidad, la publicación de seis libros (dos en prosa y cuatro poemarios), así como la obtención de más de una docena de premios literarios como el Alcaraván, la Hucha de Plata, la Medalla del Ateneo de Madrid o la distinción de haber sido nombrada hija adoptiva de Fontiveros.

          Con respecto a los poemas galardonados, éstos destacan por una profunda unidad que compone las distintas partes de una sentida elegía.

          Podría decirse que este breve pero intenso poemario es un viaje doloroso por las fases del duelo vivido en clave lírica: incredulidad, indignación, rabia, desorientación, rencor, profunda tristeza, consolación gracias al recuerdo y, finalmente, aceptación.

          Los poemas nos llevan sutil y sugerentemente, sin caer en sentimentalismos y superficiales sensiblerías, por las fases de curación de una honda herida, desde el impacto primero hasta su cicatriz última.

          La poeta Margarita Arroyo, según se ve reflejado en este “Ya nunca iremos a Constantinopla”, está cargada de ternura y añoranza, y al mismo tiempo, se sustenta sobre una lírica dotada de fuerza y convicción, lo que proporciona al poemario equilibrio muy difícil de alcanzar, por lo general, y mucho más, si se habla de un género tan complicado como la elegía.

          El uso de metáforas audaces de gran fuerza expresiva (“un día desalmado / que quisiera olvidar / y tengo en la memoria / clavado como un dolmen / en mitad de la nada”), combinado con la relatividad de la noción del tiempo que la voz poética hace avanzar años en segundos (“se fueron haciendo / sus manos como arena”) o hace retroceder a su antojo (“el tiempo vuelve atrás por un instante / y yo no sé por qué / no me abrazo a tu sombra dulcemente”), nos proporciona una sensación volátil, casi de irrealidad, de sueño onírico, que transmite a la perfección la desorientación que siente al perder a un ser amado.

          Sentimiento universal de pérdida del que todo lector puede ser partícipe, fluctuando entre el verso libre o los musicales heptasílabos de poemas de gran altura como “Aquel día”.

          En cualquier caso, no son estos versos derrotistas de un alma triste que se rinde al desencanto, sino un canto al triunfo, al triunfo de la fe por encima de la tristeza o el abandono, el triunfo de la alegría por encima del cansancio y el dolor, un canto en definitiva al triunfo de la vida por encima de la muerte:

          Ahora escúchame muerte:
          Tú, la Sola,
          la Sola por los siglos,
          la Sola eternamente.
          no conservas ya nada
          de lo que arrebataste.
          Y tras la podredumbre
          de tu pecho sin nombre
          él canta donde nunca
          podrías alcanzarle.

         
          La madrileña Ana María Garrido Padilla es periodista, pero desde su juventud ha cultivado la poesía. No sólo escribe, publica y ha obtenido diversos galardones, sino que promociona la poesía a través de la Asociación Literaria “Verbo Azul”, radicada en Alcorcón, de la que actualmente es presidenta.

          Ana María Garrido Padilla destila entre sus versos un universo muy personal en donde su yo lírico vive en primera persona una experiencia colmada de riqueza y originalidad que nos lleva a un mundo sensorial plagado de signos y señales desbordantes.

          Por sus labios pasan alondras, el corazón de un pájaro, la palabra desnuda, el crepúsculo dulce, o un rumor de ceniza, pues su poesía se cristaliza como una interacción dinámica con la naturaleza, el tiempo y la vida.

          Por una parte, la poeta busca dejar su huella en el mundo que le rodea, aportar su vivencia, “explicar a los cipreses la medida del aire por sus ramas”, y por otra parte, deja abierta la posibilidad de que el mundo modifique su existencia, la haga más sabia y profunda: “aprender de lo efímero”.

          En definitiva, estos versos nos transmiten una visión de la vida como un mundo simbólico y poderoso del que no se puede escapar, un mundo que no siempre se puede comprender, que tampoco es necesario entender, pero del que, en cualquier caso, no nos podemos desentender. Hace falta, nos dice esta “piel de los membrillos”, hablarle a las nubes, plantar los girasoles, dibujar la niebla agazapada, advertir a las ballenas, utilizar todos los medios para ser un sujeto activo que quiere dejar su impronta porque, a fin de cuentas, en palabras de la autora: “basta abrirle lucernas a la vida”.

AMAYA BLANCO GARCÍA

Manuel Visglerio Romero, poemas publicados en la revista Searus-Febrero 1978


MANUEL VISGLERIO ROMERO

Poemas:
Soledad”
“Esperanza I”
“Esperanza II”

Nota aclaratoria

          Gracias a la página dedicada a la poesía por la revista Searus, hemos podido recuperar estos versos de Manuel Visglerio Romero publicados en febrero de 1978 (Nº 3 de la revista Searus). En aquel tiempo Manuel era alumno del Instituto de Bachillerato Virgen de Valme de Dos Hermanas, socio de Searus y colaborador asiduo de la revista editada por la Asociación Cultural Searus. Tal como aparece en el apartado últimas noticias del nº 2 de la revista Searus, Manolo Visglerio consiguió en el mencionado Instituto el segundo premio del certamen literario que dicho Centro educativo organizó.
          Por consiguiente, hemos considerado oportuno publicar su trabajo e incluirlo en le blog de la Searus, en el apartado de poetas locales.


SOLEDAD

Sólo estoy,
sólo y con el corazón en otro sitio
deseando ver
como el agua acida me parte el alma,
como cuervo de ojos maquiavélicos.
Sólo estoy,
con mi vida en las espaldas,
y sólo,
con un peso mayúsculo,
que no se resistir,
aunque quisiera.
Sólo estoy,
porque la adelfa de tu ser,
no está conmigo,
porque mi nombre no se graba en ningún sitio,
sólo estoy…
porque estoy SÓLO.



ESPERANZA I

Caen las hojas al suelo,
cae el cuerpo del hombre,
cae la lágrima del niño,
y el otoño de la vida
hace estragos tras sí.
Quisiera ver las hojas verdes,
quisiera ver al niño alegre,
quisiera ver ser hombre al hombre,
quisiera ver primavera en el otoño.



ESPERANZA II

Quisiera cicatrizar mi llaga abierta,
por el mordaz y sincopo lamento,
de mi amor estéril y acabado.

Quisiera ver cantar las amapolas,
por el verde campo y armonioso
comer el pan de trigo florecido.

Quisiera sentir un sentimiento puro,
lleno de amor sincero y presuroso
ver nacer en mi las mariposas.

Quisiera ser quien era,
para poder gritar al mar y al viento,
que ahora si soy feliz y así lo siento.

SEARUS Contribuyó al nacimiento de la Asociación de Maribañez “LOS AMIGOS DE LA CULTURA”


SEARUS CONTIBUYÓ AL NACIMIENTO
DE LA ASOCIACIÓN DE MARIBAÑEZ
“LOS AMIGOS DE LA CULTURA”


            Miembros de la Asociación Cultural Searus, acompañados por Juan Gil Martín, visitaron a comienzos del año 1978 a la incipiente y nueva asociación que comenzaba a caminar en Maribañez.

          La Asociación “Los Amigos de la Cultura” invitó a la Asociación de Antiguos Alumnos de Los Palacios a compartir, con ellos, las experiencias ya vividas por Searus. La nueva  formación de Maribañez, de la mano del maestro Manuel Ballesta Maqueda, en aquellas fechas hacía sus primeros pinitos en el ámbito de la cultura y las relaciones juveniles y pretendía entablar lazos de amistad, además de conocer los logros y dificultades con los que se había encontrado nuestra Asociación.

          En unos salones situados en la plaza de Maribañez y con gran asistencia de jóvenes, un grupo de asociados de Searus relataron las actividades que la Asociación había realizado, las que estaban en marcha y las que se tenían en proyecto. Se explicó el funcionamiento de la Asociación de Antiguos Alumnos, las reuniones y asambleas semanales que se celebraban los viernes por la tarde en el salón comedor del Colegio Juan José Baquero, las mesas redondas, charlas y coloquios que se organizaban, la edición y publicación de la revista Searus que acababa de salir a la calle, la forma de elección (democrática) en la que se elegía a la junta directiva, la misión del Consejo Responsable, etc. Posteriormente se entabló un enriquecedor debate y cambio de impresiones entre los miembros de la Asociación “Los Amigos de la Cultura” y los representantes de Searus. La visita finalizó con una convivencia en la sala de fiesta “Liam Champó”, de moda en aquellos años en Maribañez.

          La Asociación “Amigos de la Cultura” comenzó a caminar organizando diversas charlas-coloquios, que se solían celebrar los sábados de seis a ocho de la tarde. La primera de las conferencias organizadas tuvo como tema “la relación entre padres e hijos”, siendo impartida por D. Miguel Rodríguez Pantoja, secretario General de Universidades Laborales. Dicha conferencia se celebró el día 11 de febrero de 1978.

          La referida Asociación Cultural, iniciativa del maestro Manuel Ballesta Maqueda y un grupo de jóvenes de Maribañez (Ana Mª Bohorquez, Manuel Ramos, Fernando Romero, Cristóbal, entre otros), surgió con la idea de aglutinar y agrupar a la juventud de Maribañez. Desgraciadamente dicha iniciativa no tuvo un largo recorrido.

Luis García Pérez, 2º Premio Poesía Searus-2008


LUIS GARCÍA PÉREZ

Nota Biográfica

          Luis García Pérez, Perezuela de Sayazo (Zamora). Es maestro de E. Primaria y Licenciado en Filología Hispánica por la UNED, en cuya Universidad realizó los cursos de Doctorado. Ha ejercido la docencia en los niveles de EGB y Secundaria. Desde 1971 reside en Puertollano, y actualmente está jubilado.

          Tiene en su haber unos 600 premios literarios de ámbito nacional e internacional en los géneros de poesía, narrativa y ensayo. Ha actuado como mantenedor o pregonero en actos culturales y literarios (Fiestas, Semana Santa, presentación de libros, encuentros de poesía, recitales, etc.). Es autor de numerosos artículos periodísticos y su obra figura en libros que recogen premios de varias ediciones, revistas literarias y conmemoraciones de diversas efemérides. También ha sido miembro de varios jurados literarios. Es Gran Comendador de la Orden Francisco de Quevedo y miembro de la Academia Bibliográfica-Mariana de Lleida. Pertenece al Grupo Literario Guadiana y coordina desde 1997 la revista de creación Alforja de Estaribel que subvenciona el Ayuntamiento de Puertollano (Ciudad Real).

          Ha publicado, entre otros, los siguiente libros:
          POESÍA: Resplandor de la palabra, premio nacional de poesía “Rodrigo de Cota”, Toledo, 1990. Este humano desgarro, premio nacional “Luciano de Gracia”, 1998, Ayuntamiento de Cuarte de Huerva (Zaragoza). Por el túnel de Cromos, premio nacional “Pastora Marela”, 2000, Campo de Criptana (Ciudad Real). Abril en tus pupilas, premio “Ciudad de Benicarló”, 2001. Los soles de Alejandro, 2002. Parábola del caminante, premio “Orippo”, Dos Hermanas (Sevilla), 2002. Símbolos de Puertollano I y II, 2004. Surcos de la memoria, nº 13 de la Colección Monográfica Manxa, del Grupo Literario Guadiana, 2004. Radiografía de lo oscuro, Premio P. Marcelino Quintana 2006, de Arucas (Gran Canaria). Las secuelas del frío, Premio Luis de Feria 2007 de la Universidad de La Laguna (Tenerife). Arquitectura de la noche, Ciudad de Puertollano, premio “Manuel Muñoz”.

          Ha publicado también tres libros de relatos: Crónicas del viento (Premio Carta Puebla de Miguelturra (Ciudad Real), 1989. Bajo las estrellas y otros cuentos (Biblioteca de Autores Manchegos, Excma. Diputación de Ciudad Real, 1995). La Fuente de la Vida y otros relatos, Ediciones Intuición 2001.

          Tiene publicado el ensayo Celebración de la claridad, aproximación a la poesía de Valentín Arteaga, Ed. Soubriet, Ciudad Real, 1999.

          Noviembre de 2009




Obra: “MÁS ALLÁ DE LA MIRADA”
2º Premio, XXXI  Certamen de Poesía Searus, 2008



ANÓNIMO LECTOR

Escucho entre la niebla
el frenesí creciente de la tarde,
las miradas errantes que se cruzan
sin mirarse a los ojos.

Me he asomado a la calle
a contemplar el mundo desde cerca,
y llegan las ideas a posarse en mi frente
lo mismo que un latido
que no quiere morir sin ser de todos.

Intuyo que detrás de este bullicio
que ahoga el sentimiento;
detrás de este teclado que pulso con mis dedos,
pudieras estar tú, lector anónimo,
esperando un paisaje de palabras
como una epifanía acariciante.



LA OSCURIDAD NOS CERCA

Con los ojos cerrados
venimos con la sombra por bandera
hasta una encrucijada de caminos
firmada por la ausencia
de una verdad que impulsa nuestros pasos,
cuando la duda vuela
por todo el horizonte que abarca la mirada
cercada por la niebla,
igual que esas cometas
que no saben la altura de su vuelo
ni conocen la voz que las alienta.

Somos las marionetas de la vida
en esta húmeda feria
donde todo se compra o se mendiga,
donde todas las puertas
a veces se nos cierran de repente
como huye la luz, como se cierra
unas manos tan cerca de las nuestras.

Y miramos, de pronto, el calendario
con su guión de fechas
que son como la hoguera que se extingue
detrás de las calendas,
detrás de nuestros sueños imposibles
cuando el silencio llega a fin de cuentas
a cerrar nuestros párpados cansados
de tanto perseguir alguna estrella
en el fondo desnudo de un espejo
donde un final incierto nos espera.

Llegamos con los ojos aún no abiertos
y al partir nos los cierran, de manera
que siempre está la luz a contraola
y caminamos con la sombra a cuestas.



ROTA GEOMETRÍA

Hemos perdido el tacto de las cosas
de tanto pronunciarlas. Llega el tiempo
de acariciar relieves donde la luz un día
tuvo sus credenciales, el rostro luminoso
de una hermosa muchacha vestida de domingo
que quiso hacerse lumbre en nuestro pecho
bajo una piel dorada y unos ojos
que fueron resplandores de altas cumbres.

Después hubo momentos
de rotas caracolas sobre la faz del alba
y la música alegre del pasado
no pudo hacerse brisa.

El otoño con rostro de ceniza
apedreó la luz de las hortensias.

Lloraron los pronombres espesos lagrimones,
sobrevoló el crepúsculo la niebla
y una muda campana paralizó su canto.

A pesar de las voces,
de llanto incontinente de las madres,
nadie dio una respuesta. El dolor solamente
atravesó la sangre de los muertos.



FRENTE A LA SOLEDAD

Frente a la soledad me gustaría
al menos ser luciérnaga,
hablar con las espigas doradas del verano,
con las nubes errantes y la lluvia en sus trenzas,
con las hojas que vuelan en otoño
como pájaros yertos por estelas
que ya nadie descubre
en el periplo gris de las ausencias.

Me gustaría hablar con los misterios
de la naturaleza,
descubrir esa magia de los amaneceres,
conversar con legiones de poetas,
hacer a un ángel niño cada tarde
cuando el sol es promesa
de un cercano mañana con un beso naranja,
regocijo auroral para la Tierra.

Detrás de las murallas que separan
nuestros pasos de todas las tinieblas,
sembraría los besos nunca dados
en el rostro feliz de las estrellas,
tan sólo para que ellos inventaran
las guerras más incruentas,
la sonrisa más dulce alrededor del Orbe
y una canción en flor y siempre abierta.

Quién pudiera abrazar la muerte dulce
y convertirse en lluvia de promesas.



PRESENCIA DEL AMOR

Necesito encender esta alegría,
beber en el cristal de tu corriente
el aroma entrañable de tu frente
desde tu soledad hasta la mía.

En el altar de tu cosmogonía
colocaré la flor de tu presente
esperando la luz condescendiente
que me entregue tu cálida armonía.

Yo te busco por todos los rincones
y nunca me respondes con premura
despertando dormidos corazones.

Tú me dejas un poso de amargura
y escribes mil excusas, mil razones
en mis campos sembrados de ternura.



EL LLANTO DE LA TIERRA
(Elegía inacabada)

Es la canción del viento melodía
del aire profanado. Su corola
negra sed que camina a contraola
del corazón y su filantropía.

El río es una lágrima baldía,
el eco de una música tan sola,
que el rumor de una vieja caracola
derrama su fatal melancolía.

Jazmines de tu voz, hebras del viento
acarician la Tierra desolada
con unción de dolor y sufrimiento,

y en tu piel enfermiza y cuarteada,
prisionera del cárdeno cemento,
se desangra una rosa desojada.



PENÚLTIMO NAUFRAGIO

Quisimos rescatar algún poema
para acercarnos al perfil del alba,
pero en el aire sólo estaba escrito
un profundo silencio,
el temblor abismal de la memoria
que no reverdeció ningún pasado.

Hubo una sucesión de atardeceres,
aliento de un otoño desmayado,
lo mismo que el sol besa
los penúltimos labios de los niños.

Y nadie viene ahora a regalarnos
aquellas golondrinas que emigraron
con la sombra de sus alas
y un dolor peregrino
sobre la desazón de la memoria.

Por esa incertidumbre caminamos
sin un norte que oriente nuestros pasos,
porque el futuro no nos pertenece
y el pasado es memoria solamente
hasta que el cáliz de la vida eleve
una plegaria a Dios sin condiciones.



INVOCACIÓN DEL TODO INÚTIL
PARA RODAR EL ARCO IRIS

Encierra las palabras rencorosas
en la cárcel sombría de la noche
y échales el cerrojo del silencio.

Ponle al cuervo insolente de la noche
las alas de una tórtola festiva
para cruzar las playas de un deseo.

Sopla sobre las lágrimas furtivas
de la palabra niña que en sus ojos
lleva el polvo de inhóspitos caminos.

Tiende bridas de amor a ese caballo
que va escupiendo sombras desbocadas
y apacigua el furor de su galope.

Recítale a la paz cien madrigales
de amor comprometido, el alma adentro,
para que resplandezca entre los hombres.

Apacienta tu voz para que sea
levadura en la masa requerida
para dorar el pan de la esperanza.