Premios Searus 2007-XXX Certamen de Poesía


PREMIOS SEARUS 2007
XXX Certamen de Poesía

Año de Edición: 2008
Portada e Ilustraciones: Inmaculada Fierro Jiménez
Maquetación: Francisco Caballero Galván
Prólogo: Santiago Romero de Ávila
Poetas:
Juan José Vélez Otero
Juan José Alcolea Jiménez


PRÓLOGO

SENCILLA INTRODUCCIÓN

            Ya se anunciaba en las bases del Certamen de Poesía “SEARUS” de Los Palacios y Villafranca; el ganador del primer premio de dicho Certamen tiene la obligación de confeccionar el prólogo del libro que recoge los poemas premiados en la siguiente convocatoria. Pero resulta que el compromiso en la siguiente, cuando es, como en este caso, una responsabilidad agradable y placentera, se convierte en una imposición deseada. Y este es el caso que nos ocupa.

          Yo, que no soy catedrático ni conferenciante, ni tengo experiencia en estos menesteres de prologuista, pero que tengo enraizada la idea de que “la poesía es la expresión de la belleza por medio de la palabra, por medio del verso”, me he encontrado, de lleno, con dos poemas magistrales, de dos auténticos poetas.

          Juan José Vélez Otero, primer premio, poeta del Sur, avalado por la consecución de importantes premios literarios, hombre que se ha bebido muchos atardeceres marineros, que ha explorado la luz de cien orillas y se ha bañado en místicos crepúsculos, nos ofrece en sus cálidos sonetos un rebrotar de púdica armonía. Ocho sonetos perfectos, rotundos, hermosos en su contenido y limpios en su composición, solamente en el último, el poeta se libera de la rima, intencionadamente, pero sigue impulsando en la estrofa el mismo lirismo, la misma musicalidad y el perfecto ritmo que en los precedentes. El soneto, cuando se construye como lo hace Juan José Vélez, es una pieza maestra de la pesía.

          “Como el perro más triste de la tierra,
          anclado en el pasado y sin futuro,
          mascando el pan del tedio viejo y duro,
          sin sol y sin calor, sin Dios ni perra.”

          Desgarradora expresión, ejemplo de la sinceridad y de la firmeza de todos sus versos. Pienso que no se puede condensar más en un solo cuarteto.

……….

          Juan José Alcolea Jiménez, segundo premio, poeta de la luz agria manchega, hombre que se curtió bajo el sol socuellamino, y que abrazó la paz de mil estrellas en un bendito campo labrantío. Otro hombre que goza del reconocimiento de importantes premios de poesía, y que en esta ocasión nos ofrece un poema de verso blanco, donde predomina el verso endecasílabo, tan hermoso y tan rotundo siempre, como este autor sabe hacerlo.

          Nos transporta el poeta –hermoso retroceso– a los años perdidos de la infancia, a la añoranza azul de los recuerdos más libres y más bellos, cuando besábamos a los cándidos gorriones y gozábamos un trozo de pan tierno, cuando arrastrábamos todas las penurias por un surco de estériles gavillas, cuando en las tardes frágiles de mayo sorbíamos la luz, y a bocanadas nos tragábamos besos y azucenas.

          “Aquellas tardes lentas del verano
          cochura de la miel y de los grillos
          me llegan entre alar de mariposas
          y el trémulo fulgor de las albercas.”

          Lleva en sus versos Juan José Alcolea todo el frescor de un mundo esperanzado.

          Yo no sé si habré cumplido con mi compromiso, pero de lo que sí estoy seguro es de que he gozado, profundamente, con la lectura de estos dos hermosos poemas. Mi felicitación más sincera a sus autores. Muchas gracias.

SANTIAGO ROMERO DE ÁVILA

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