El
1 de enero de 1974, tras la actuación del grupo en el Hotel Faro de Portugal,
Paco y Guillermo quedaron como únicos miembros de The Barking.
Para
sustituir a Antonio Capellán y Joselín González, el grupo decidió publicar un
anuncio en la oficina de la agencia de contratación de “Espectáculos Pulpon” ofertando
los puestos de guitarra y órgano. A la llamada acudieron Francis, antiguo
componente de la orquesta “Época 69”, en la que tocaba el bajo y Pascual, con
un amplio recorrido musical en el grupo “Galaxia”, anteriormente “Los
Soñadores” de Bellavista, que también manejaba el bajo. Debido a la
coincidencia en el perfil de los dos aspirantes, al tocar el mismo instrumento,
Francis decidió comprar un órgano y dejar el puesto de guitarra a Pascual.
The Barking con Albano, en Canarias. Foto: Manuel Rueda |
Realizada
la selección y por tanto completado el equipo, The Barking inició los ensayos con
vistas a cumplir el contrato, de un mes, que tenían cerrado con el Casino del
pueblo de Vecindario (Gran Canaria). En las islas alternarían actuaciones
semanales en varios hoteles, destacando la realizada en las instalaciones del
Beverly Park, situado en la playa del inglés (Maspalonas) y cercano al ya
conocido hotel apartamento Las Arenas, donde el año anterior el grupo hizo las
delicias del público asistente.
The Barking, en las escalinatas del Hotel Beverly Park. |
Hotel Beverly Park. Maspalomas, Las Palmas. |
Ya
en la península, marzo de 1974, el conjunto actuó el resto del año en salas de
fiestas y ferias de diferentes localidades. El 27 de junio participarían en el
Festival organizado en las instalaciones del desaparecido cine de verano
“Aurora”, en el que participaron artistas locales como Antonio Ramos “El Gran
Silverio”, José Sánchez “Itoly” y la guitarra de Manolo Carmona, además de
Manolo Fregenal, “niño de Molina” y Los Mimbrales.
Paco Moral junto a la
furgoneta del grupoThe Barking.
Foto: Manuel Rueda. |
Festival en Cine
Aurora,
27 de junio de 1974.
Foto: Manuel Rueda. |
Francis
se tuvo que incorporar al servicio militar, siendo su puesto ocupado por el
organista valenciano Pepe Vivó, músico de gran experiencia en el conjunto “Los Llopis”,
grupo Cubano que residió durante varios años en España y que fue pionero en la
mezcla del rock and roll con ritmos afro-antillanos, llegando a grabar varios
discos en la década de los 60.
En septiembre de 1975
The Barking regresó a Canarias y durante tres meses actuaron en diversos clubs de distintas localidades.
En Agüimes, municipio del suroeste de Gran Canaria, llegarían a instalarse en
una casa alquilada, sin luz ni agua potable, hasta que lograron conseguir una
estancia más adecuada y habitable. En el club del pueblo de Agüimes coincidirían
con la orquesta amiga “Los Covinas”, conocidos desde la primera incursión del
grupo palaciego en las islas.
Municipio de Agüimes. Sureste de la isla de Gran Canaria. |
Poco
antes de Navidad regresarían a Los Palacios y Villafranca, con tiempo
suficiente para celebrar varios conciertos programados en la Universidad de
Sevilla y en la tradicional velada de Noche Vieja en el Club Pineda.
Tras
varios conciertos en Elda (Alicante); en el verano de 1976 las actuaciones del
grupo se centrarían principalmente en la playa de Matalascañas, en el hotel
Flamero y posteriormente en el Tierramar. La mayoría de contratos incluían
manutención y alojamiento, produciéndose en algunos casos hechos relevantes,
dignos de mención. En el hotel Flamero, los músicos tuvieron que compartir mesa
y mantel, en un primer momento, con el personal de servicio, de mantenimiento y
camareros, hasta que las gestiones realizas por Pepe Vivó con el director de la
instalación hotelera propició poder usar el comedor para clientes.
Hotel Flamero, Matalascañas. |
The Barking en las instalaciones del Hotel
Tierramar, Matalascañas. Foto: Manuel Rueda. |
Hotel Tierramar, Matalascañas |
Otra
temporada más el grupo The Barking se desplazaría a las Islas, ésta vez para
animar las fiestas de octubre en el barrio de Tamaraceite (Las Palmas), lugar
donde volverían a coincidir con la orquesta “Los Covina”. Sería el último viaje
del grupo palaciego al archipiélago.
Tamaraceite, barrio de Las Palmas. |
The Barking en el Bodegón Canario. Foto: M. Rueda. |
De
vuelta a la península compartieron cartel con el grupo Los del Río en una gran
fiesta organizada en la facultad de Ciencias de la Universidad de Sevilla.
Pusieron punto final a diciembre de 1976 y comenzaron 1977 trabajando los días
de Navidad hasta la festividad de Reyes en el Casino de León, ciudad donde
nuestros músicos recuerdan no haber pasado más frío en su vida.
En
1977 The Barking amplió el número de componentes con Julián Ávalos (flauta) y
Manolo Mesa (saxofón). Las nuevas incorporaciones hicieron que el conjunto
ganase en riqueza musical y repertorio.
Montaje del escenario antes de comenzar la
actuación The Barking. Foto: M. Rueda. |
Un
contrato sorpresa y un viaje lejano, en septiembre, marcaron
el adiós de The Barking de los escenarios. Stefano Stavros, representante
internacional, mediante la oficina de la agencia de contratación “Espectáculos
Pulpon”, ofreció a The Barking un contrato de seis meses para actuar en el
hotel Federal Palace de Lagos, capital de Nigeria en aquellos años. Las
condiciones económicas se concretaron a razón de 150 dólares diarios (el dólar
equivalía a 130 pesetas), alojamiento y manutención. No se lo pensaron dos veces
y el 18 de septiembre los componentes del grupo embarcaron, en avión, rumbo a
Lagos.
The Barking en Lagos, Nigeria. Septiembre de 1977.
Foto: Manuel Rueda. |
Intensas,
alegres y divertidas fueron las actuaciones ofrecidas por el conjunto palaciego
a los huéspedes del hotel nigeriano a lo largo de su estancia en África.
Conciertos que The Barking solía ofrecer en el salón de espectáculos y los
realizados por una orquesta local que acompañaba en la animación musical
con
instrumentos de aire, batería y piano, en el espacio abierto donde estaba
situada la piscina del hotel.
Hotel Federal Palace de lagos, Nigeria. |
Hotel Federal Palace de lagos, Nigeria. |
En
marzo, finalizado el contrato que los unía al empresario griego y antes de
regresar a la península, un componente del conjunto nigeriano compró por 6.000
dólares la batería de Paco Moral. El acuerdo se cerró en dólares, aunque el
joven músico nativo quiso pagar con Nairas, moneda de su país, sin valor fuera
de Nigeria. La insistencia de Paco Moral tuvo éxito y su novia desde España
comprobó y ratificó que se había realizado correctamente la transferencia
económica al banco convenido. Los demás instrumentos del grupo corrieron la
misma suerte, vendidos a buen precio, antes de embarcar The Barking en el avión
de regreso hacia España.
En
Lagos, capital de Nigeria, a mediados de marzo de 1978 finalizaría la historia musical
de The Barking, grupo pop rock de Los Palacios y Villafranca.
Fotos, documentación, asesoramiento y
recuerdos de Manuel Rueda.
M.
Sánchez Martín, Asociación Cultural Searus, abril de 2016.
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