Capítulo-12: "Historia y recuerdos de The Barking, grupo pop rock de Los Palacios y Villafranca"

Después de su regreso de Canarias, The Barking dio su primer concierto en Los Palacios y Villafranca en la terraza de primavera del “Restaurante el Desembarco”  el domingo 9 de abril de 1972. El grupo traía de su estancia en las Islas, entre otras muchas cosas, un gran repertorio de canciones y temas de actualidad, que triunfaban en aquellos años.

The Barking, del día que regresaron a Los Palacios y Villafranca.
24 de marzo de 1972. Foto: Manuel Rueda.

Actuación en la Terraza del Desembarco.
 9 de abril de 1972. Foto: Manuel Rueda.

En primavera, Rafael Mateos Ruiz representante técnico de la Oficina Internacional de Espectáculos “TEO”, puso en contacto al conjunto palaciego con el padre de Angelita Bello, conocida con el nombre artístico de Mónica. La joven cantante sevillana Mónica había triunfado en el popular programa de TV Española de los años 60 “Salto a la fama”; coronada Princesa Infantil de las fiestas del Carnaval de Cádiz en 1965; actriz principal en la película titulada “Mónica Stop” (1967), en la que participó junto a Manuel Dicenta y Luis S. Polack (TiP); grabación de varios discos con temas que fueron éxitos en aquellos años como “Mónica stop” (1967), “Hace Frío” (1969), “Chitty chitty bang bang” (1969), “Jardín de rosas” (1971), etc…

Angelita Bello, 1965.
Foto: 
Angelita Bello, 1965
Angelita Bello. ABC, 23 de febrero de 1965
Angelita Bello, en la película “Mónica Stop”, 1967
Mónica en “Mónica Stop”. Mercuiro films, 1967
Mónica,  portada del disco“Chitty, chitty, bang, bang”.
 Columbia, 1969

El padre de Mónica necesitaba una orquesta que acompañase a su hija en los conciertos, idea propuesta y aceptada por The Barking. El grupo, luego de escuchar varios discos de la joven artista, inició los ensayos con la cantante. Rafael Mateos, en poco tiempo, gestionó contratos para la nueva sociedad que se había formado entre la joven cantante Mónica y el grupo palaciego.

Mónica, portada del disco “Jardín de rosas”, 1971.


The Barking y Mónica se presentaron juntos por primera vez ante el público el domingo 16 de abril de 1972, en una gala cuyo escenario fue el desaparecido cine “Las Vegas” de Los Palacios y Villafranca. En la referida cita actuaría también el grupo de las Nieves de Los Palacios, con su repertorio de rumbas y sevillanas. Meses más tarde, The Barking y Mónica volverían con su espectáculo al Cine Las Vegas, así como en varias ocasiones a la terraza o patio del Desembarco.

Mónica y The Barking en el Cine Las Vega.
16 de abril de 1972. Foto Manuel Rueda.
Mónica y The Barking en el escenario del Cine Las Vegas.
16 de abril de 1972. Foto: Manuel Rueda.
Actuación de The Baking en el Cine Las Vegas. Foto: Manuel Rueda.

Actuación de The Baking en el Cine Las Vegas. Foto: Manuel Rueda.

En primavera y verano fueron realizando, por pueblos y ciudades andaluzas, numerosos conciertos y galas que se publicitaban con el nombre de “Mónica y su espectáculo Cita con la Juventud, acompañada de su grupo The Barking”. No obstante, el grupo palaciego continuaba actuando en solitario en diversos lugares.

Mónica y The Barking en Constantina.
 30 de abril de 1972. Foto: Manuel Rueda.
The Barking en Nerva.
 1 de julio de 1972. Foto: Manuel Rueda.

Las actuaciones se desarrollaron sin descanso, en verano, en ferias de localidades de las provincias de Huelva, Sevilla, Cádiz, Córdoba y Badajoz. Isla Cristina, Rosal de la Frontera, Alosno, Nerva, Campillos de Huelva, Algodonales, Grazalema, Alcalá del Valle, Dos Hermanas, Alcalá de Guadaira, Las Cabezas de San Juan, Coria del Río, Bienvenida, Montijo, Don Benito, Peñarroya y Pueblo Nuevo, Constantina, etc. fueron municipios donde The Barking actuaba antes, durante y terminada la feria, siendo acompañados por Mónica sólo los sábados, días en los que había mayor afluencia de público.

La caseta Lady Simona volvería a acoger a The Barking los días de feria de Los Palacios y Villafranca. En las fotos se observa al conjunto sobre el escenario, la entrega de trofeos que realiza Julio Mayo a varias niñas y al “Rubio de los muebles” con el micrófono en la mano. Recordar que 1972 fue el año en el que el recinto de la feria se trasladó a los terrenos del “Pradillo”.

The Barking en la caseta Lady Simona, agosto de 1972. Foto: Manuel Rueda
Entrega de premio en la caseta Lady Simona, agosto de 1972. Foto: Manuel Rueda.
The Barking en la caseta Lady Simona.
Agosto de 1972. Foto: Manuel Rueda

El conjunto logró liquidar los préstamos recibidos para la adquisición de los nuevos equipos e instrumentos gracias a los conciertos realizados durante el verano, e incluso pudieron asignarse un sueldo mensual. El grupo se “profesionalizó” en cierta manera, evitando así la búsqueda de trabajos alternativos al margen de la música y dedicando más tiempo a los ensayos y preparación del repertorio. En esta época el estudio Lemos de Los Palacios y Villafranca haría un amplio reportaje fotográfico del grupo en el incomparable marco de la Plaza de España y Parque de María Luisa de Sevilla.

The Barking  en la Plaza de España. Foto: Manuel Rueda.
The Barking en el Parque de María Luisa. Foto: Manuel Rueda.
The Barking en el Parque de María Luisa. Foto: Manuel Rueda.

Numerosas anécdotas y sucesos ocurrieron, a los integrantes o acompañantes del grupo, en los viajes realizados por las carreteras en el transcurso de la primavera y verano del 1972. Se citarán algunas, en las que el grupo se vio implicado indirectamente debido a cierto personaje mediático de la época y otras por el humor o compañerismo del que siempre hicieron gala los amigos de The Barking, sin olvidar a los conductores que acompañaron y trasladaron, de pueblo en pueblo, a los músicos.

José María Cortés (El de la Venta) los condujo a la localidad de Nerva sin dejar de insistir desde El Castillo de las Guardas que la carretera no tenía ni cien metros en línea recta, quejándose machaconamente, todo el camino, de la estrechez y curvas de la vía.

Cartel publicitario del grupo The Barking realizado por Lemos en 1972.
Foto: Manuel Rueda.

la localidad de El Campillo (Huelva), con la furgoneta de Emilio “El Cebadero”, fueron trasladados por Francisco Cid Páez (“Nene Puyita”). Gracias a Francisco el viaje de regreso al pueblo se hizo en un tiempo menor del que se hubiese empleado con otro chófer.

El grupo fue contratado para tocar los cuatro días de las denominadas Fiestas Mayores de El Campillo (Huelva), celebradas a finales de julio. En el referido pueblo las actuaciones comenzaban sobre las 12 de la madrugada,  cuando los vecinos comenzaban a llegar al recinto y abarrotaban las casetas. Era costumbre y tradición, al igual que en Los Palacios y Villafranca, vivir la feria de noche y al fresquito del relente, hasta que amaneciese…

Finalizada la actuación y recogidos los instrumentos sobre las ocho de la mañana, el último día de feria, el grupo The Barking inició el viaje de regreso hacia el pueblo. No podían perder tiempo, a mediodía los esperaba una gala en la feria de Algodonales (Cádiz).

El 20 de julio de 1972, Eleuterio Sánchez Rodríguez (El Lute) fue herido en un tiroteo que se produjo en la Caja Rural de Cártama (Málaga) cuando un empleado entró en sospechas y avisó a la Guardia Civil. Dos días más tarde fue cercado, junto a sus dos hermanos, en Alcalá de Guadaira, aunque lograría huir del cerco policial. Este hecho hizo que la Guardia Civil desplegase por las provincias de Huelva, Sevilla, Cádiz y Málaga numerosos y férreos controles, con parejas de la benemérita en todos los cruces de carreteras y caminos.

Como se indicó anteriormente, el grupo palaciego The Barking salió de la localidad onubense de El Campillo con destino a Los Palacios y Villafranca a las ocho de la mañana, con la intención de proseguir posteriormente viaje hacia la localidad gaditana de Algodonales, donde tenía que actuar a mediodía.

No llegaron a mediodía a Algodonales, aunque de no ser por el chófer de la furgoneta en aquel viaje, Francisco Cid, aún estarían en algún cruce de carretera siendo inspeccionados por la policía. Fueron detenidos por la Guardia Civil de Tráfico en más de cuarenta ocasiones en el camino de regreso al pueblo. En los controles, al verlos con pelo largo y barba, les preguntaban si no llevarían al Lute escondido en la furgoneta. Francisco Cid identificándose como Guardia Civil de Los Palacios y Villafranca explicaba de dónde venían y adonde iban, dejando de esa manera solucionadas las dudas de los agentes y el camino libre para proseguir el viaje hasta el siguiente cruce de caminos…

Noticia publicada por el Diario ABC,  3 de octubre de 1976.

Los espectáculos organizados en el pueblo pacense de Bienvenida se realizaban en el cine de invierno, lugar donde se encontraba The Barking actuando cuando una noche de verano apareció Rafael Mateos, representante artístico del grupo, para comunicarles la contratación de una gala en la localidad sevillana de San José de la Rinconada. Rafael gozaba de un apetito insaciable, capaz de zamparse en un abrir y cerrar de ojos cualquier alimento. Esa noche, la dueña del cine invitó a cenar a los integrantes del conjunto y el representante se unió a la fiesta aprovechando su estancia en Bienvenida. En los descansos, entre actuaciones, ya había dado buena cuenta de cervezas, tapas de pajaritos fritos, etc…Pero en la cena llegó a ponerse “las botas”, porque no le faltaron bandejas de filetes de cerdo, hígado a la plancha y nuevamente pajaritos fritos. Rafael devoraba a “dos carrillos”, como si llevase varios días sin probar bocado. No saciado aún el apetito, se zamparía medio melón en un abrir y cerrar de ojos, dejando la otra mitad para los cinco componentes del grupo.

Concierto de The Barking en el Cine de invierno de Bienvenida. Foto: Manuel Rueda.
Concierto de The Barking en el Cine de invierno de Bienvenida. Foto: Manuel Rueda.
Concierto de The Barking en el Cine de invierno de Bienvenida. Foto: Manuel Rueda.

El camino de regreso de Almendralejo al pueblo se convertiría en uno de los viajes más largos y peligrosos, aunque a la vez de los más divertidos de los realizados en la primavera y verano de 1972. Finalizada la actuación, de madrugada, el vehículo conducido por Juan Mariscal se puso en marcha hacia Los Palacios y Villafranca, detectándose al comenzar el trayecto un fallo en el embrague de la furgoneta. La ocurrencia y pericia del conductor, además de la ayuda de Guillermo lograron que el regreso se pudiese realizar en el vehículo, aunque de forma muy entretenida. Gracias a que el capó de la DKV se encontraba dentro de la cabina, pudieron realizar una “chapuza” de urgencia consistente en atar un alambre al embrague para poder manejarlo manualmente cada vez que les hiciese falta. Así, cuando Juan Mariscal tenía que realizar un cambio de marcha le pedía a Guillermo, el copiloto, que tirase del cable y lo soltase cuando había ejecutado la maniobra. 


Fotos, documentación, asesoramiento y recuerdos de Manuel Rueda.

M. Sánchez Martín, Asociación Cultural Searus, diciembre de 2015.

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