Accidente de avión camino del "Alcornocal", el 27 de febrero de 1941, en Los Palacios y Villafranca.

En la margen izquierda de la cuneta o "semi-vallado" del camino del “Alcornocal”, antes de llegar al Canal del Bajo Guadalquivir, entre la maleza se levanta un monolito de granito en recuerdo a los militares, a las personas que perdieron la vida en el accidente del bombardero S.M–79–Sparviero ocurrido el 27 de febrero de 1941. Entre los tripulantes se encontraba un vecino del pueblo, el hijo de Rivas el cartero. La referida desgracia ocurrió en los terrenos del “Alcornocal”, cerca del conocido como “Pozo de la Cruz”, en el término municipal de Los Palacios y Villafranca.

Foto-1 de José Anrtonio Rivero Márquez.

Existen muy poco datos publicados en prensa sobre el suceso, quizás las autoridades no quisieron dar publicidad al incidente. No obstante, la versión oficial indica que un grupo de militares que realizaban maniobras de instrucción a bordo de un avión S.M-79 con base en Tablada sufrió un lamentable accidente, falleciendo sus 10 tripulantes.

Foto-2 de José Antonio Rivero Márquez.


 El Savoia-Marchetti S.M-79-Sparviero (“gavilán” en italiano) fue el bombardero italiano más importante de la II Guerra Mundial que participó también en la Guerra Civil Española. El ejército del aire español llegó a contar con 100 de estas aeronaves. Este avión tuvo gran protagonismo en muchas acciones de la Guerra Civil como por ejemplo en las Batallas de Belchite y Teruel. Sólo cinco de estos aviones fueron derribados en combate durante el conflicto bélico.  El trimotor, de sólida construcción y de particulares características fue desarrollado en 1934 con la finalidad de transporte rápido de pasajeros,  siendo transformado en un bombardero-torpedero, sus tres motores y su aviónica le proporcionaron el aprecio de sus tripulaciones. Era considerada, por tanto, como una aeronave  segura.

Foto-3: S.M-79. Foto: Ejército del Aire.

Foto-4: S.M-79. Foto: Ejército del Aire.

Al parecer, se sucedieron y unieron de forma negativa varios factores climatológicos adversos para que sucediera el fatal desenlace. Así, el temporal de viento del mes de febrero de 1941, tristemente conocido como temporal del 41, fue el más violento sufrido por nuestro país en todo el siglo XX, alcanzándose rachas de vientos que aún no han llegado a igualarse. Las ráfagas de viento, unido a la intensa niebla existente el día 27 de febrero de 1941 pudieron provocar el trágico accidente aéreo, estrellándose el avión S.M-79 en el paraje conocido como “El Alcornocal” en el término municipal de Los Palacios y Villafranca.

Foto-5 de José Antonio Rivero Márquez.

Foto-6 de José Antonio Rivero Márquez.


El monolito existente junto al camino del “Alcornocal” simplemente hace mención al incidente y a la fecha en la que se produjo. Allí, en ese lugar, truncaron sus esperanzas diez hombres, entre las que se encontraba un vecino de Los Palacios y Villafranca, el hijo de “Rivas el cartero”. En consideración a la memoria de dichas personas que dejaron camino del “Alcornocal” sus vidas, recordamos sus nombres y sus rangos: Los tenientes de aviación Arturo Tomé Taboada y César Sanz Ruano, el brigada Luís Aguayo Peinado, y los cabos Alejandro Fuertes Pérez, Manuel Rodríguez Páez, José Mª López Capilla, Félix Villoldo López, José Guerrero Ruiz y José Rivas Aquino, Miguel Cuenca García.

Foto-7 de José Antonio Rivero Márquez

Revista de historia aeronáutica. Año 1994, nº 12.


Julián Sorel Beyle comenta lo que le contaron a él sobre el suceso del accidente de avión, acaecido en el pueblo el 27 de febrero de 1941:

“Según me dijo, una persona ya fallecida, el día del accidente del avión había una niebla “apretá”. Esas fueron las palabras textuales del hombre que me contó lo sucedido y que en aquella fecha era un zagal de unos doce años y que cuidaba cochinos por aquella zona.
El avión cayó en el camino, entre las fincas propiedad de un señor que llamaban “El Ronco” y una mujer que se conocía por “Las gentes de Águeda”. La “estacá” de ésta última estaba sembrada de tomates por otra persona que llamaban “El Rubio la Minga”.
El suceso a punto estuvo de costar la vida a las personas que fueron las primeras en llegar al lugar del accidente. Ya que según me contó el referido señor, éstos aprovechando que no había nadie en el lugar, despojaron a los cadáveres de sus bienes personales: relojes, anillos de oro, cartera y dinero, etc. No pasó mucho tiempo hasta que se detuvieran a los autores, aunque el tema se tapó al ser devuelto los objetos sustraídos y tener los implicados buenos padrinos. En un primer momento parece ser que estuvieron a punto de ser fusilados, por traición a la patria.
A partir del incidente del robo, el avión estuvo custodiado las veinticuatro horas del día por policías militares del ejército del aire. La situación se mantuvo, al menos, seis meses, hasta que el fuselaje del avión fue retirado definitivamente.

No puedo afirmar que lo que cuento sea verdad, pero sí que así me lo contaron y que por aquellos años, ésta historia fue un rumor muy extendido entre todos los habitantes del pueblo”.



M. Sánchez Martín, febrero de 2015.


BIBLIOGRAFIA.
1.-Fotos 1, 2, 5, 6 y 7 de José Antonio Rivero Márquez.

2.-Paseando por caminos y veredas. El término de Los Palacios y Villafranca. Antonio Martín Begines.

2.-SAVOIA SM-79 -SPARVIERO- (B.1)

3.-Crónicas nerias de Xosé Manuel Lema.

4.-Victimas en AEROPLANO. Revista de historia aeronáutica. Año 1994. Nº 12

5.-Los temporales de viento en la Península Ibérica. Análisis meteorológico de la extraordinaria situación atmosférica de febrero de 1941. José Miguel Viñas Rubio (meteorólogo).






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