Higo chumbo, higo de penca en Los Palacios y Villafranca.

Higo chumbo, higo de “penca” (en el Pueblo). Forma adecuada de “cogerlos”, limpiarlos y pelarlos, para poder degustar las bondades y exquisitez del referido fruto sin peligro de acabar lleno de púas. Origen, valor nutricional, importancia económica, etc. del producto de las “pencas”, chumberas, tunas, paletonas… Asociación Cultural Searus, con la colaboración de Conchi Rodríguez Amores, Juan Jesús Jiménez y Francisco García Rodríguez.

Cogiendo higos. Foto: Fco. García Rodríguez


HIGOS DE PENCAS.
Pencas, chumberas, tunas, paletonas…(Opuntia ficus-indica). Sus frutos, los higos chumbos o higos de penca (en Los Palacios y Villafranca), tienen forma ovalada, de piel gruesa y recubiertos con finas púas que se clavan fácilmente en las manos, y con una pulpa abundante en semillas. Son comestibles y pueden ser de color verde, rojo o amarillo (higos reales).

Foto: Juan Jesús Jiménez

Foto: Juan Jesús Jiménez

Foto: Juan Jesús Jiménez

Foto: Conchi Rodríguez Amores.


ORIGEN.
Originaria de México, donde crecen de forma silvestre, propagándose a muchas partes de América en tiempos precolombinos (desde el norte de Estados Unidos hasta la Patagonia), y tras la llegada de los europeos se extendió a muchas otras partes del mundo, especialmente por la cuenca mediterránea, donde se adaptaron con facilidad. Introducida en España por los primeros colonizadores, que las transportaban vivas en los galeones para así poder consumir su fruto y de esa manera combatir el escorbuto.

FLOR DE LA CHUMBERA.
Son flores bonitas, aunque rodeadas de espinas; grandes, muy abiertas y de colores que varían entre el amarillo, naranja, rojo y hasta púrpura; aparecen en las areolas de los frutos.

Foto: José Manuel Bernal Moguer 

Foto: A. C. Searus


RECOGIDA DE LOS HIGOS.
Los higos suelen recogerse por la fresquita, con el rocío de la mañana. Ayudado de una larga caña, en la que en uno de sus extremos se ha ensanchado al practicarle unas incisiones y en cuyo interior se le coloca una piedra o un tapón de corcho que asegura una abertura suficiente para que quepa el higo, se cogen de las pencas y se introducen en un cubo o malla, con cuidado para no pincharnos con las púas, de los higos o de las “paletas”.

Cogiendo higos. Foto: Francisco García Rodríguez

Cogiendo Higos. Foto: Francisco García Rodríguez

Foto: Francisco García Rodríguez

La limpieza, la eliminación de las púas constituye un segundo paso, una tarea fundamental para que la preciada fruta no juegue una mala pasada con sus espinas. Este trabajo se denomina “barrido”, realizado con una improvisada escoba confeccionada con matas secas. Colocados horizontalmente en el suelo son refregados con las escoba, una y otra vez, siempre con el viento a nuestra espalda, hasta que no queden púas adheridas a la dura cáscara del higo.

Barriendo higos. Foto: Franco Brito.


PELAR LOS HIGOS.
En casa, aunque también se puede realizar en el campo, se pelan. Con una navaja o cuchillo, se realizan tres cortes: uno que atraviese longitudinalmente al higo y dos circulares alrededor de los extremos o bases,  lo suficientemente profundos como para poder despegar la piel (cascara) y dejar el fruto, la pulpa dispuesta para ser degustada. No obstante, hay quien los prefiere fresquitos y los introduce en el frigorífico antes de ser ingeridos.

Antonio Sierra Villalba cortando higos. Foto: Conchi Rodríguez Amores.

Antonio Sierra Villalba cortando higos. Foto: Conchi Rodríguez Amores.

FORMA DE COMERLOS.
En Los Palacios y Villafranca, al igual que en la mayoría de municipios andaluces se suelen tomar crudos, aunque en muchos lugares se ingieren también en ensaladas, cocinados (jugos, licores, jaleas, mermeladas, etc.), en dulces como la miel de tuna, el queso de tuna o la melocha, y también en conserva. En México, principalmente, existe toda una cultura culinaria que gira en torno al higo y cuyas recetas son dignas de admiración, por su exquisitez.

Foto: Conchi Rodríguez Amores.


VALOR NUTRICIONAL.
Los higos aportan pocas calorías,  mucha fibra y antioxidantes naturales como la vitamina C, superando a la naranja en su contenido. En el siglo XVII, los navegantes usaban los higos chumbos como alimento antiescorbútico y para la hidratación. También son utilizados ante episodios de diarrea debido a sus propiedades astringentes. Posee un contenido equilibrado en azúcares, fructosa, glucosa, galactosa y sacarosa; combatiendo, por tanto, los efectos de la fatiga.
Muestran un papel importante en la dieta de los diabéticos, ya que estudios científicos han demostrado que el higo tiene un ligero efecto hipoglucemiante, ayudando a regular el azúcar en sangre en personas con diabetes tipo II. Por su bajo contenido en grasas es adecuado en dietas para el hígado y planes de adelgazamiento, siendo el jugo de las “palas” por su abundante contenido en sales, un efectivo diurético.

IMPORTANCIA ECONÓMICA.
El cultivo de las “pencas” en España y en particular en Los Palacios y Villafranca, no se explota económicamente, considerándose a las pencas como una planta silvestre, que se pueden encontrar en los vallados de los campos y caminos. No obstante, en las calles y esquinas de numerosos municipios e incluso en playas, se pueden observar puestos ambulantes donde tenemos la posibilidad de adquirirlos, si no somos duchos en su recolección.
Sin embargo, en países como México (primer productor mundial) o Perú se dedican miles de hectáreas a su cultivo. Estando fuertemente arraigado su cultivo a la economía, cultura e historia de México, tal es así que la planta se encuentra en el escudo y la bandera del país.

Venta de higos. Foto: José Domínguez Arjona.


ESPECIE INVASORA.
Debido a su potencial colonizador y constituir una amenaza grave para las especies autóctonas, los hábitats o los ecosistemas, ha sido catalogada en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, aprobado por Real Decreto 1628/2011, de 14 de noviembre, con el nombre de “Opuntia maxima Miller”, estando prohibida en España su introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio.

EL ENEMIGO DE LAS PENCAS.
No hace mucho tiempo los vaqueros, en el pueblo, se dedicaron a destrozar y arrasar vallados enteros de pencas para usar las “palas” de alimento del ganado. También, otros agricultores con el afán de aumentar la extensión de su propiedad, ganaban terreno a los caminos y lindes, arrancando pencales a diestro y siniestro. Hoy en día, no obstante, se plantan en las parcelas construidas en los campos para delimitar el territorio, ya que que “agarra” con facilidad al suelo,  evita la erosión y sirve de elemento o barrera disuasoria ha ganado y “cacos”.

Pencal en un vallado del camino. Foto: A. C. Searus.


El otro enemigo histórico ha sido la cochinilla (Dactylopius opuntiae), conocida también como cochinilla del carmín. Es un insecto parásito que es huésped de los nopales, tunas o chumberas. Cría en los tallos de la chumbera y chupa la savia hasta que seca la planta.
Cochinilla (Dactylopius opuntiae)


La cochinilla es un insecto usado principalmente para la extracción del colorante compuesto por dos sustancias conocidos como el carmín y el ácido carmínico (es una sustancia química compleja utilizada como colorante rojo). El valor de este colorante ya era conocido por los aztecas antes de la llegada de los españoles a América. Cuando los españoles conquistaron México en 1521, vieron a los indígenas recoger insectos de los nopales. Este colorante se conoció en Europa a partir del siglo XVI.
La aparición de los tintes sintéticos,  más económicos, ha hecho que su cultivo vaya en retroceso, aunque se sigue cultivando el insecto en México, Perú, parte de Estados Unidos y en Canarias, donde se cultiva fundamentalmente en los pueblos de Guatiza y Mala, siendo su calidad reconocida como la mejor del mundo.



BIBLIOGRAFÍA.

1.-Fotografías de: Conchi Rodríguez Amores, Juan Jesús Jiménez, Francisco García Rodríguez, José Manuel Bernal Moguer, José Domínguez Arjona, Marco Brito y Asociación Cultural Searus.

2.-Valor nutricional de los higos chumbos.

3.-La Opuntia o Nopal.
4.-Certezas y dudas sobre los higos chumbos.

5.-Opuntia ficus-indica.

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