El escorpión amarillo,
el famoso alacrán (Buthus occitanus), en Los Palacios y Villafranca. Puede
llegar a medir 12 cm de largo en su edad adulta. Habitan preferentemente en
terrenos arenosos o rocosos y en los que la temperatura sea elevada. Durante el día suele quedarse
escondido bajo las piedras de los lugares más cálidos, en matorrales y
pastizales. De noche caza artrópodos, paralizándolos al inyectarles el veneno de su aguijón terminal.
Es considerado de mediana peligrosidad para el hombre. Su picadura suele ser
muy dolorosa y produce edema y ampollas enrojecidas en el lugar de la picadura,
así como cefalea, lipotimia, fiebre, vómitos y una ligera disnea. Fotos de Juan
Carlos Moreno Barba.
Características:
Color amarillento, con el
dorso más oscuro, con un tamaño de unos 8 cm. y de unos 12 a 15 centímetros con
la cola desplegada, en su edad adulta. Cola segmentada acabada en un aguijón de
color marrón claro. Posee cuatro pares de patas, dos grandes pedipalpos
delanteros con pinzas llamativas y una cola segmentada, que suele llevar
arqueada sobre el cuerpo, de longitud un poco mayor que la de éste y terminada
en un aguijón afilado y curvo, con el que inyecta el veneno.
Posición de ataque. Foto: Juan Carlos Moreno Barba |
Hábitat:
Suelen habitar varios
biotopos (bosque mediterráneo, olivares, huertas, etc.), aunque es más
frecuente en los terrenos secos y pedregosos, debido a que es capaz de
subsistir con poquísima agua. Es de hábitos nocturnos y durante el día suele
encontrarse debajo de piedras, cortezas de árboles, hojarasca, incluso en
gritas de paredes o enterrado a bastante profundidad. Cuando llueve, puede
salir durante el día. Está activo de primavera a otoño (en localidades cálidas
prácticamente todo el año).
Suele alimentarse de
insectos y arácnidos en general.
Vive en las regiones
mediterráneas de Europa, extendiéndose hasta el borde sur del desierto de
Sahara, con preferencia en lugares pedregosos. Habita en toda Andalucía.
En el pueblo pueden
encontrase en los vallados de los campos situados en las arenas, en la zona de
olivar, pinares, ect.
Estos animales pueden
resistir los incendios, ya que soportan altas temperaturas y son capaces de
rehidratarse rápidamente.
Parque de La Corchuela. Foto: Juan Carlos Moreno Barba |
Tratamiento
ante una picadura:
Su picadura no es
normalmente mortal, aunque puede resultar peligrosa en animales pequeños,
niños, ancianos y personas alérgicas.
El tratamiento para su
picadura consiste en visitar lo antes posible a un médico que procederá
siguiendo el siguiente protocolo: Limpieza y desinfección de la zona lesionada;
inyección de un anestésico local sin adrenalina alrededor de la picadura;
aplicación de medidas físicas si existe edema y administración de analgesia
oral y vacuna antitetánica. Si aparecen síntomas de alteración del sistema
nervioso autónomo parasimpático se administrará atropina. En caso necesario se
emplearán medidas de soporte vital. No se recomienda para esta especie la
administración de suero antiescorpiónico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario