Manuel Cruz Rodríguez, Manuel de la Lucía, palaciego que hizo historia…

Semblanza y recuerdo del palaciego Manuel Cruz Rodríguez, conocido en Los Palacios y Villafranca como Manuel de la Lucía…

Manuel de la Lucía.
Foto cedida por la familia.

Manuel Cruz Rodríguez nace en Los Palacios y Villafranca en el año 1900 y fallece en 1954, a los 54 años de edad, debido a la enfermedad de la diabetes. Era reconocido y nombrado en el pueblo con el sobrenombre de Manuel “de la Lucía” debido al nombre de su madre, Lucía.

Manuel y su hermano Miguel nacieron en una casa ubicada donde actualmente se encuentra el Colegio Diocesano Nuestra Señora de las Nieves, conocido como “El Convento”. Casa que se encontraba cercana a la antigua cárcel del pueblo, lugar que no gustaba ni hacía mucha gracia a Lucía, su madre.

Lucía Rodríguez, ama de llaves de uno de los Marqueses más reconocidos de Sevilla, cuando se separa de su esposo decide vender la vivienda familiar y comprar otra en la calle “Arriba”, actual Pedro Pérez Fernández.

Lucía Rodríguez y su nieto Manuel Tirado Cruz
Foto cedida por la familia


Tanto Manuel como su hermano Miguel reciben una exquisita educación y formación, estudiando en los Salesianos de la Trinidad de Sevilla. Formación académica que pocas personas del pueblo, en aquellos años, podían conseguir.


Miguel Cruz Rodríguez.
Hermano de Manuel de la Lucía

Manuel de la Lucía fue una persona emprendedora, realizando múltiples y variados negocios para beneficio particular y de ayuda a la sociedad en una época, años cuarenta y cincuenta del siglo XX, en que la escasez de alimentos y falta de todo tipo de enseres asolaban a la población de Los Palacios y Villafranca y en general, del país. Se dedicó, entre otros negocios, a la compra de cosechas de garbanzos en Jerez de la Frontera, que posteriormente vendía en su pueblo. También tuvo un puesto o almacén, situado en el solar que actualmente ocupa la Autoescuela Los Palacios, en terrenos propiedad de Eduardo Gómez. En el referido almacén recogía aceitunas de los agricultores palaciegos y las llevaba a las almazaras, consiguiendo a cambio aceite que posteriormente vendía.

Aunque se desplazaba bastante de un lugar a otro, por los negocios que llevaba por delante, no tuvo carnet de conducir; aunque nunca le hizo falta, ya que su amigo Domingo Elías actuaba como su chófer particular.

Muy conocida fue su labor como fiador y valedor de cientos de agricultores y manchoneros de Los Palacios y Villafranca, dado que trabajó durante muchos años como corresponsal del Banco Español de Crédito en Utrera, cuando en le pueblo no existían entidades bancarias.

Manuel tuvo en la Venta de la Alegría, propiedad también de Eduardo Gómez y situada junto al almacén antes mencionado, y en el solar donde se encuentra la Autoescuela Los Palacios, incluso en parte del espacio que ocupó años más tarde el desaparecido cine de verano “Alegría”, el lugar establecido de encuentro para negociar y conceder préstamos a los agricultores y manchoneros del pueblo. Préstamos que según nos informó su hijo José, concedía de dos a dos (de dos a dos agricultores a la vez, siendo uno avalista del otro) por importes de entre 20.000 y 30.000 pesetas por año.

Gracias a dichos anticipos muchos manchoneros de la Los Palacios y Villafranca lograban pasar el invierno en aquellos duros años, pero también les ayudaban a financiar la siembra de la cosecha de la temporada, a comprar aperos de labranza, solares, casas, tierras de cultivo, etc.

Manuel se casó con Encarnación Moral, y fruto del matrimonio nacieron cinco hijos. Hombre respetado y muy querido por los vecinos del pueblo, a quienes ayudó en esa época tan difícil de la historia de nuestro pueblo y país. Persona solidaria con los más necesitados, siempre tuvo preparado un plato de comida para el que le hiciese falta.

La familia de Manuel estuvo implicada y comprometida con la iglesia de Los Palacios y Villafranca, a la que donó un Vía Crucis que aún se conserva en la Parroquia Mayor de Santa María la Blanca y su hermano Miguel legó un Corazón de Jesús.

Manuel de la Lucía falleció muy joven, en la calle “Arriba”.  A su muerte, su viuda no quiso reclamar a ninguna persona las deudas pendientes que habían contraído con su esposo, y se quedaron guardadas en un baúl, para siempre… También han muerto sus cinco hijos, pero sus recuerdos siguen vivos en sus nietos, que residen en Los Palacios y Villafranca y Utrera.

Fotos: Familia de Manuel de la Lucía.

Documentación: Cándida Cruz Mariscal y Miguel Sánchez Martín

 

Miguel Sánchez Martín, 5 de mayo de 2024