En otra época, los
pozos en el patio, en el corral de una casa de Los Palacios y Villafranca o en
ciertos lugares públicos, fue lo típico, lo frecuente y necesario. A partir de
los años 70, con la llegada del agua potable a todas las viviendas del pueblo,
la mayoría de los pozos se taparon con escombros proporcionados por las viejas
paredes de arena. Fueron indispensables en su tiempo, aunque también existió
una leyenda negra acerca de su uso. Colaboración en la documentación: Jesús
Tonono.
Pozo del "Pradillo". Revista "La Unión-1986". Foto: Lemos |
Pozo en una casa del pueblo. Foto: Searus |
En muchas casas del
pueblo existía un pozo, donde se sacaba el agua necesaria para los quehaceres
domésticos: lavar la ropa, fregar los suelos y los utensilios de cocina, regar
las macetas, arriates, dar de beber al
ganado (bestias), animales de granja (gallinas, pavos, conejos, vacas, etc.)
que se criaban en los corrales de las casas. El agua de los pozos no se usaba
normalmente para consumo de las personas, a finales del siglo XX, debido a la
contaminación que por filtración de las aguas residuales, utilización de los
corrales para el ganado, podía tener. No obstante, en épocas pretéritas se hizo
uso de ellos, de forma imprescindible, para el consumo humano. La figura del
aguador y la distribución del agua potable por las calles, que era almacenada
en cántaros y tinajas, será una cuestión que abordaremos en un futuro.
En muchas casas, en las
que aún no se conocía ni la nevera ni el frigorífico, se usaba el túnel húmedo
de los pozos para enfriar algunos alimentos (frutas) e incluso botellas de agua
y vino. En un cubo se depositaba lo que se deseaba enfriar y atado a una “soga”
se hacía descender hacia lo más hondo del pozo.
Pozo en un patio de Maribañez. Foto: Searus |
Un pozo es un túnel
perforado en la tierra hasta una profundidad suficiente, dependiendo del nivel
freático, para alcanzar una reserva o corriente de agua. Normalmente las
cavidades se hacían de forma cilíndrica y tomando precauciones para asegurar
sus paredes, por lo que eran revocadas, enfoscadas con piedras y en épocas más
cercanas con ladrillos, sujetando de esa manera la tierra de las paredes de los
lados, en profundidad, para evitar su derrumbe y la creación de cuevas u
oquedades en el manantial. En la parte aérea, a nivel de superficie, se
construía el brocal que servía de parapeto y protección y tenía generalmente
forma circular, aunque los más modernos adoptaron la forma cuadrada; acompañaban
al pozo una cruceta y un carrillo (polea). Su profundidad dependía del lugar
del pueblo donde estuviese situado, ya que el nivel freático variaba de unas
calles a otras. Así, en zonas como la del “Husillo Real”, “Villalfaro”, “Calle Charco”,
“La Laguna”, “El toledillo” etc. lugares por donde tradicionalmente habían
discurrido arroyos, o eran barrios llanos y de terrenos bajos, sus pozos manaban
agua casi a nivel del suelo. En la zona del “Palacio de la Atalayuela” y
alrededores, calles situadas en los lugares más elevados del pueblo, los pozos
se construían con más profundidad, eran más hondos, para así poder acceder a los
manantiales y corrientes subterráneas del subsuelo.
Carrillo de pozo |
Para sacar el agua de los
pozos se utilizaba una soga a la que se ataba en uno de sus extremos un cubo; para
facilitar el trabajo se usaba una rueda metálica (carrillo) con una hendidura o
garganta por donde se deslizaba la soga y con un clavo por el que se colgaba y
sujetaba a la cruceta. La herramienta mencionada, el carrillo, no es más que una polea fija que facilitaba el
trabajo que se debía realizar cuando se bajaba el cubo vacío hacia lo profundo
del pozo y se subía lleno de agua.
Existían también los
denominados pozos de medianías, propiedad de varios vecinos, que se encontraban
situados debajo de alguna pared que separaba las dos viviendas. Cada vecino
sacaba el agua del pozo por su respectivo lado. Pero en todas las casas tenían
pozos, por lo que sus inquilinos se veían obligados a pedir agua a los vecinos
y llevarla a sus viviendas. En otro orden de cosas, también podríamos mencionar
la existencia de los pozos públicos. Hasta no hace muchos años, finales de los
70, se podía ver al final de “Husillo Real” el denominado “Pozo del Pradillo” (por la zona donde se encontraba) y que estaba situado en la vía pública. Su
agua era usaba preferentemente de abrevadero para el ganado. Su situación
actual es el de la rotonda que se encuentra frente al Hogar del Pensionista.
Rotonda, cercana al antiguo emplazamiento del pozo del "Pradillo". Foto: Searus |
Pozo del "Pradillo". Revista "La Unión-1986". Foto: Lemos |
Pozo del "Pradillo". Revista "La Unión-1986". Foto: Lemos |
Fernando Bejines Rodríguez mostraba
la foto del abrevadero del Horcajo, así como reflexionaba y aportaba datos
sobre los pozos y abrevaderos históricos en Los Palacios y Villafranca en su
cuenta de Facebook:
En la foto se ve la parte medieval del abrevadero del Horcajo, que la verdad no sé si
continúa existiendo, o si ya ha sido incluido en la tradición local del
escombro”.
Abrevadero del "Horcajo". Foto: Fernando Bejines cedida a Searus |
Pozo en el "Furraque". Foto: Antonio González, 2014. |
Fueron los pozos,
situados en los patios y corrales de las casas,
una fuente de peligro para los niños, animales domésticos, etc. Muchos
se cubrían con tapaderas de madera, para evitar tropiezos y también la caída de
suciedad. Fueron un lugar fácil, cercano y accesible para intentos de suicidios.
Algunos sucesos lamentables se dieron en el transcurso de los años en nuestro
pueblo, ya que algunos vecinos perdieron la vida en algún que otro pozo.
Pozo de Rubio Pérez, con brocal recto, carrillo, cuerda y cubo. Foto: Antonio González cedida a Searus |
Pozo situado en el patio de la casa de la madre de Merchi Cerrada. Foto: Merchi Cerrada Martíez cedida a Searus |
Cuentan nuestros
mayores, quizás parte de leyenda, quizás algo haya de verdad, que existió un
pozo en una posada situada a las afueras del pueblo, en el camino de Sevilla y en
el que fueron arrojados numerosos soldados franceses que durante la ocupación
Napoleónica estuvieron en el pueblo.
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