Molino harinero hidráulico del siglo XVIII 

en Villafranca de la Marisma 

(Los Palacios y Villafranca)


    Molino harinero hidráulico (de agua) del siglo XVIII situado en la zona del “Molinillo”, entre el arroyo de Calzas Anchas “Cagaanchas”, la Cañada Real de la Armada y el arroyo El Tabón Real (hoy desaparecido) del que tomaba el agua, en el término de Villafranca de la Marisma.

Foto: Fernando Bejines Rodríguez
cedida a Searus


Foto: Fernando Bejines Rodríguez
cedida a Searus


    En el llamado Catastro del Marqués de la Ensenada, 1749-1759, que se puso en marcha por Real Decreto de Fernando VI, con el objetivo de recabar toda la información de las localidades del reino para realizar una reforma fiscal "que sustituyera las complicadas e injustas rentas provinciales por un solo impuesto, la llamada Única Contribución", aparece nombrado en el término de Villafranca de la Marismas (actualmente municipio unido a Los Palacios) un “molino harinero de agua, en el sitio del Molinillo, propio de Juan García”, produciendo por valor de 600 Reales de Vellón. El mencionado apunte del Molino de Juan García aparece fechado en el informe firmado el año 1755.

Foto: Fernando Bejines Rodríguez
cedida a Searus


Foto: Fernando Bejines Rodríguez
cedida a Searus

    El Molino de Juan García o Molino de la Armada, denominado también así por estar situado cerca de la Cañada Real de la Armada, que debió ser construido años antes de ser referenciado en el Catastro de Ensenada (1749-1759), era el único molino de agua (hidráulico) existente en Villafranca de la Marisma e incluso en la localidad vecina de Los Palacios. En ambos municipios, aún separados, existían eso sí, varias tahonas, molinos de harina cuya rueda era movida con caballería, para abastecer a los panaderos de las dos localidades. En concreto, en Villafranca de la Marisma estaban censadas “ocho asientos de tahonas de seglares que producían dos mil quinientos y veinte Reales”.

  
Recorte del texto que aparece en el Catastro del Marqués de la Ensenada,
 firmado en el año 1755

    También se indica, como dato curioso, que en la villa de Villafranca de la Marisma “el regular precio del trigo unos años con otros es de quince Reales fanega” [(una fanega = 43,247 kg.)] y que hay “cinco panaderos que agencian tres mil seiscientos y cincuenta Reales de Vellón”.

    El Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus Posesiones de Ultramar, publicado por Pascual Madoz entre 1845-1850, señala que sigue existiendo un sólo molino hidráulico en la localidad de Villafranca y Los Palacios (ya unificadas).


    En el trabajo topográfico realizado en el año 1873 del término de Los Palacios y Villafranca por el Instituto Geográfico de la Provincia de Sevilla, aparece en el plano que se levanta el Molino y se comenta en apuntes escritos en el margen que “los arroyos que cruzan este término sólo tienen agua en el invierno”. De lo anterior deducimos que el Molino harinero de la Armada sólo estaría en funcionamiento durante los meses de lluvias o dispondría tal vez de alguna poza, de la que se abastecería de agua en temporada seca.

    El arroyo o reguero que suministraba agua al Molino de la Armada era el desaparecido arroyo Tablón Real, que tomaba el agua a su vez del arroyo Calzas Anchas o Cagaancha [(arroyo que nace en el paraje conocido como Piedra Hincada, desde donde inicia su camino hacia Utrera atravesándola de forma soterrada y saliendo a la luz una vez pasada La Fontanilla, dirigiéndose desde ahí hacia el término de Los Palacios y Villafranca)]. Una vez realizado su cometido de abastecer de agua al Molino, el arroyo El Tablón Real seguía su camino hasta unirse al arroyo de Las Piedras y juntos se fusionaban con el de Calzas Anchas para finalmente “morir” en el Caño de la Vera. 

    Todo hace indicar que el arroyo Tablón Real no era propiamente un arroyo, sino una especie de canalización o acequia que servía para encauzar el agua de forma selectiva proveniente del arroyo Calzas Anchas y conducirla hacia el Molino cuando éste estaba en funcionamiento. Las parcelaciones, cultivos, paso del tiempo, etc. han hecho que los cauces de los mencionados arroyos hayan sido alterados y estén enormemente modificados.

   Deducimos, de todo lo anterior, que el pago agrícola o zona del término del pueblo conocido como “molinillo” o “molino” se denomina de esa forma gracias al topónimo heredado por la existencia en dicho lugar de un molino harinero.

   Según publicó en 2022 el historiador palaciego Fernando Bejines Rodríguez, acompañando a su escrito varias fotos, la edificación del antiguo Molino …/ “sigue conservando elementos característicos reconocibles y otros no visibles que deben encontrarse colmatados, en un entorno agrícola muy transformado”. 

    También apunta, en 2024, que…/ “Se conserva su caseta de molienda, sin los mecanismos de molturación, y un cuarto anexo que debió servir de cuadra. En el exterior destaca el puentecillo sobre las tres bocas de suministro para los cárcavos subterráneos donde se disponían los rodeznos. La toma de agua se hacía mediante una azuda colocada en el arroyo Calzas Anchas ["Cagancha"], que desviaba el suministro hacia un reguero conocido como Tablón Real [ya desaparecido]”.  


Foto: Fernando Bejines Rodríguez
cedida a Searus


Foto: Fernando Bejines Rodríguez
cedida a Searus


   El Molino de los “Bullangos”, como lo denomina su propietario, pertenece al palaciego Jesús Caballero González que lo heredó de su madre Dolores González Sierra, que a su vez lo hizo de su abuelo Manuel González Canga-Argüelles y éste de su bisabuelo Manuel González Rincón. 

Fotograma de un video
publicado en Facebook en 2024
por Jesús Caballero González

Fotograma de un video
publicado en Facebook en 2024
por Jesús Caballero González

Fotograma de un video
publicado en Facebook en 2024
por Jesús Caballero González

Fotograma de un video
publicado en Facebook en 2024
por Jesús Caballero González

    Jesús está intentando conservar, cuidar y adecentar el Molino del siglo XVIII. Todo nuestro apoyo porque es un bien cultural, etnológico y patrimonial de Los Palacios y Villafranca que no deberíamos dejar en el olvido y ni mucho menos perder.


Miguel Sánchez Martín, octubre de 2024


Fotos

Fernando Bejines Rodríguez  

Fotogramas de un video publicado en Facebook por Jesús Caballero González.

Documentación:

Miguel Sánchez Martín 

Fernando Bejines Rodríguez 

Jesús Caballero González

 Catastro del Marqués de la Ensenada (1749-1759)

 Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de Pascual Madoz (1845-1850)

Trabajo topográfico del término de Los Palacios y Villafranca, año 1873 (Instituto Geográfico de la Provincia de Sevilla).







Los Palacios y Villafranca en la III Feria Internacional del Campo. Madrid 1956

 

EL PALENQUE DE LOS PALACIOS Y VILLAFRANCA 

EN LA III FERIA INTERNACIONAL DEL CAMPO, MADRID 1956


Los Palacios y Villafranca, con El Palenque, participó en la III Feria Internacional del Campo celebrada del 23 de mayo al 23 de junio de 1956 en Madrid.

La participación del pueblo en la referida feria quedó reflejada en un folleto que se editó para tal evento.

Portada del folleto de participación de Los Palacios y Villafranca

en la III Feria Internacional del Campo, 1956. 

En la portada, en la parte superior aparece como título Palenque Municipal. El escudo del pueblo se dibuja en el extremo superior izquierdo y los productos más representativos de la localidad alrededor del mapa de la Península y sobre él se deja ver la localización de Los Palacios y Villafranca. En la parte inferior de la izquierda se escribe el motivo del folleto, la III Feria Internacional del Campo 1956 y a la derecha, bajo el texto “Tenacidad, esfuerzo y… milagro de la producción en secano por obra del manchonero de Los Palacios”, una ilustración con agricultores del pueblo vendiendo sus productos en una de las naves del Palenque. Además, aparece el logotipo del Sindicato Vertical, el único sindicato legal en España durante el régimen franquista.


Página-2 del folleto de participación de Los Palacios y Villafranca

en la III Feria Internacional del Campo, 1956


En las páginas interiores se indica la situación geográfica del municipio, su escudo, su iglesia parroquial, las características de sus gentes, sus casas blancas y un poco de historia al mencionar la figura de Andrés Bernáldez… Se comentan los servicios que presta el Palenque, su privilegiado emplazamiento, se define el término manchonero de Los Palacios, se aportan datos sobre la producción global de los diferentes frutos cosechados en Los Palacios y Villafranca, incluso se menciona explícitamente que se exportaba uva a diversos países de Europa como Alemania, Francia y Bélgica.

Página-3 del folleto de participación de Los Palacios y Villafranca

en la III Feria Internacional del Campo, 1956


Página-4 del folleto de participación de Los Palacios y Villafranca

en la III Feria Internacional del Campo, 1956

 

La Feria del Campo era una exposición con una edición cada tres años, salvo entre 1968 y 1972, que se celebró con carácter bianual. Se inició en los años 50, y se mantuvo hasta principios de los 70. Su lugar de celebración fue la Casa de Campo de Madrid.

Cartel anunciador de la III Feria del Campo, Madrid 1956.

Publicado en “La Casa de Campo”


En su primera edición de 1950 se consideró Feria Nacional, pero a partir de 1953 se denominó Feria Internacional del Campo. Acudían las diferentes provincias españolas y algunos países americanos, para ofrecer lo mejor de los productos agrícolas, ganadería, gastronomía, y productos artesanales etc. Todo esto se amenizaba y complementaba con concursos ganaderos, bailes y música regional y la degustación de productos típicos.

La feria se creó como una mini ciudad dividida en pabellones construidos conforme a las características arquitectónicas de cada provincia. Había reproducciones de los monumentos más emblemáticos. Como era el caso del Pabellón de Toledo con la Puerta Bisagra o de Zaragoza con la Puerta del Carmen o un hórreo asturiano. Cada pabellón estaba regido por personas vestidas con los trajes regionales. La idea era poder visitar toda la geografía europea y en un día disfrutar tanto de su folclore y gastronomía.

El resultado de ello es que en un día se daba un recorrido por toda la geografía española captando parte de su ambiente rural, folclórico y culinario, de donde se salía cargado de folletos, algún que otro recuerdo comprado y el estómago repleto de viandas y vinos autóctonos.

Los antecedentes de la Feria del Campo se remontan a Alfonso XIII, cuando se cede a la Asociación General de Ganaderos del Reino una parte de la Casa de Campo. En esta época sus terrenos pertenecían a la Corona, hasta que con la II República pasó a ser terreno público, declarándose Jardín Histórico Artístico.

A partir de 1950 se comienza a plasmar la idea de la feria.  En 1950 se inaugura la I Feria Nacional del Campo con una serie de edificaciones representativas de las distintas partes de España y en 1953 se internacionaliza la Feria, denominada a partir de entonces Feria Internacional del Campo, que llegaría a su última edición (la décima) en 1975.

Patrimonio Nacional cede el 20 de abril de 1951 a la Delegación Nacional de Sindicatos unos terrenos en la Casa de Campo, colindantes con la Avenida de Portugal. En estos terrenos se crean pabellones e instalaciones diversas a fin de realizar un certamen monográfico sobre el campo español. Se nombra al arquitecto Francisco Cabrero Torres-Quevedo director de La Feria, siendo él el autor de la Escuela de Hostelería en 1956, y del pabellón de Cristal en 1964.

Otros arquitectos renombrados que intervienen son: Alejandro de la Sota (Pabellón de Pontevedra), Secundino Zuazo (Pabellón de Canarias), Germán Valentín y Manuel Fisac (Pabellón de Ciudad Real). El recinto ferial de la Casa de Campo abre sus puertas en 1953.


Foto: Panorámica de la Feria en 1956. ECECAF signatura SCF 5702 (detalle).
Publicada en el Blog: Por las calles de Madrid.


Feria del Campo, Madrid; III-1024. Publicado en  Madrid en Ruta


En 1977 todo el recinto de la Feria del campo pasó a ser patrimonio del Ayuntamiento de Madrid. Los pabellones dedicados a las distintas provincias son ofrecidos a las casas regionales establecidas en Madrid para fijar sus sedes sociales o ampliar las que tenían en aquellos momentos. La idea no termina de cuajar y muchos pabellones quedan vacíos.

En 1978, la Cámara de Comercio y el Ayuntamiento de Madrid iniciaron conversaciones para la creación de una entidad ferial en Madrid que da lugar al Instituto Ferial de Madrid (IFEMA) en febrero de 1979, que comienza a explotar los pabellones. Al inaugurarse en 1991 el Parque Ferial Juan Carlos I, el lugar empezó a quedar progresivamente en el olvido, lo que permitió el derribo de algunos pabellones como los de Cádiz, Jaén, Murcia y Coruña.

En enero de 2001 el antiguo Patronato de la Feria del Campo se integra en la Empresa Municipal Campo de las Naciones. Esta empresa es la que actualmente gestiona la explotación del Recinto Ferial de la Casa de Campo. Desde 2007 la iniciativa “Paseo Gastronómico” se encarga de la rehabilitación de los pabellones existentes, siendo la sede de numerosos restaurantes de lujo.

 

Miguel Sánchez Martín. Asociación Cultural Searus. 

Octubre de 2024


Fotos del folleto de Los Palacios y Villafranca: Jesús Tonono (adquiridas a un anticuario) y cedidas a Searus.

Documentación: Folleto de Los Palacios y Villafranca en la III Feria Internacional del Campo; Madrid en Ruta; Madripedia; Blog: Por las calles de Madrid.


 

Manuel Cruz Rodríguez, Manuel de la Lucía, palaciego que hizo historia…

Semblanza y recuerdo del palaciego Manuel Cruz Rodríguez, conocido en Los Palacios y Villafranca como Manuel de la Lucía…

Manuel de la Lucía.
Foto cedida por la familia.

Manuel Cruz Rodríguez nace en Los Palacios y Villafranca en el año 1900 y fallece en 1954, a los 54 años de edad, debido a la enfermedad de la diabetes. Era reconocido y nombrado en el pueblo con el sobrenombre de Manuel “de la Lucía” debido al nombre de su madre, Lucía.

Manuel y su hermano Miguel nacieron en una casa ubicada donde actualmente se encuentra el Colegio Diocesano Nuestra Señora de las Nieves, conocido como “El Convento”. Casa que se encontraba cercana a la antigua cárcel del pueblo, lugar que no gustaba ni hacía mucha gracia a Lucía, su madre.

Lucía Rodríguez, ama de llaves de uno de los Marqueses más reconocidos de Sevilla, cuando se separa de su esposo decide vender la vivienda familiar y comprar otra en la calle “Arriba”, actual Pedro Pérez Fernández.

Lucía Rodríguez y su nieto Manuel Tirado Cruz
Foto cedida por la familia


Tanto Manuel como su hermano Miguel reciben una exquisita educación y formación, estudiando en los Salesianos de la Trinidad de Sevilla. Formación académica que pocas personas del pueblo, en aquellos años, podían conseguir.


Miguel Cruz Rodríguez.
Hermano de Manuel de la Lucía

Manuel de la Lucía fue una persona emprendedora, realizando múltiples y variados negocios para beneficio particular y de ayuda a la sociedad en una época, años cuarenta y cincuenta del siglo XX, en que la escasez de alimentos y falta de todo tipo de enseres asolaban a la población de Los Palacios y Villafranca y en general, del país. Se dedicó, entre otros negocios, a la compra de cosechas de garbanzos en Jerez de la Frontera, que posteriormente vendía en su pueblo. También tuvo un puesto o almacén, situado en el solar que actualmente ocupa la Autoescuela Los Palacios, en terrenos propiedad de Eduardo Gómez. En el referido almacén recogía aceitunas de los agricultores palaciegos y las llevaba a las almazaras, consiguiendo a cambio aceite que posteriormente vendía.

Aunque se desplazaba bastante de un lugar a otro, por los negocios que llevaba por delante, no tuvo carnet de conducir; aunque nunca le hizo falta, ya que su amigo Domingo Elías actuaba como su chófer particular.

Muy conocida fue su labor como fiador y valedor de cientos de agricultores y manchoneros de Los Palacios y Villafranca, dado que trabajó durante muchos años como corresponsal del Banco Español de Crédito en Utrera, cuando en le pueblo no existían entidades bancarias.

Manuel tuvo en la Venta de la Alegría, propiedad también de Eduardo Gómez y situada junto al almacén antes mencionado, y en el solar donde se encuentra la Autoescuela Los Palacios, incluso en parte del espacio que ocupó años más tarde el desaparecido cine de verano “Alegría”, el lugar establecido de encuentro para negociar y conceder préstamos a los agricultores y manchoneros del pueblo. Préstamos que según nos informó su hijo José, concedía de dos a dos (de dos a dos agricultores a la vez, siendo uno avalista del otro) por importes de entre 20.000 y 30.000 pesetas por año.

Gracias a dichos anticipos muchos manchoneros de la Los Palacios y Villafranca lograban pasar el invierno en aquellos duros años, pero también les ayudaban a financiar la siembra de la cosecha de la temporada, a comprar aperos de labranza, solares, casas, tierras de cultivo, etc.

Manuel se casó con Encarnación Moral, y fruto del matrimonio nacieron cinco hijos. Hombre respetado y muy querido por los vecinos del pueblo, a quienes ayudó en esa época tan difícil de la historia de nuestro pueblo y país. Persona solidaria con los más necesitados, siempre tuvo preparado un plato de comida para el que le hiciese falta.

La familia de Manuel estuvo implicada y comprometida con la iglesia de Los Palacios y Villafranca, a la que donó un Vía Crucis que aún se conserva en la Parroquia Mayor de Santa María la Blanca y su hermano Miguel legó un Corazón de Jesús.

Manuel de la Lucía falleció muy joven, en la calle “Arriba”.  A su muerte, su viuda no quiso reclamar a ninguna persona las deudas pendientes que habían contraído con su esposo, y se quedaron guardadas en un baúl, para siempre… También han muerto sus cinco hijos, pero sus recuerdos siguen vivos en sus nietos, que residen en Los Palacios y Villafranca y Utrera.

Fotos: Familia de Manuel de la Lucía.

Documentación: Cándida Cruz Mariscal y Miguel Sánchez Martín

 

Miguel Sánchez Martín, 5 de mayo de 2024

 

Traducido por A.C. Searus, del diario The Washington Post.

 

(Fotos de: David S. Bustamante/Alex Caparros/Getty Images. Diseño gráfico y montaje fotográfico: Eamonn Dalton. Archivo de La Liara Balompié / Manuel Basco)

 

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LA HISTORIA DE GAVI: La chispa, velocidad y espíritu del atrevido jugador del Barcelona que juega con sus cordones sin atar. Por Laia Cervelló.

 



Fue en noviembre de 2021, cuando la gente empezó a hablar sobre los cordones de Gavi. Una foto mostraba a Nico González anudando los cordones para el jugador durante el partido de la Champions entre el Barcelona y el Dinamo de Kiev.

Gavi, que entonces tenía 17 años, se mantuvo con sus manos en los hombros, viendo como su compañero de medio campo, aparentemente vino a su ayuda. Después, González puso la foto en Instagram con el texto “Realmente, es hora de que aprendas…”

Pero la verdad es que no estaba recibiendo ninguna lección, ni el escenario tenía nada que ver con el frío de Kiev.

Manuel Basco, su primer entrenador en su primera parte de juventud en el equipo de La Liara Balompié, cuenta la historia sobre los cordones desatados.

“Gavi siempre ha jugado con los cordones sin atar”, indica

“Él lo lleva haciendo así desde que tenía seis años. La parte divertida es que nunca se ha tropezado con ellos. Siempre le decíamos que se los anudara, pero él jugaba así de esa manera, junto con otro hábito que tenía también, poner su lengua entre los dientes de lado. Me hizo sufrir, porque pensaba que cualquier día se iba a morder la lengua”

El centrocampista del Barcelona Gavi, es considerado uno de los mejores talentos jóvenes del mundo. Ahora con 18 años, ha jugado 77 partidos para el Barça y ha hecho 17 apariciones en la Selección Española, siendo el jugador más joven de España en su historia de selecciones, el año pasado.

En octubre, ganó el Trofeo Kopa, siendo presentado al mundo como el mejor jugador por debajo de los 21 años, en los premios del Balón de Oro.

Quienes conocen a Gavi dicen que él es calcado a su madre, diciendo que su timidez y sus pocas palabras fuera del campo vienen de ella, pero otros indican que él coge a través de su padre el carácter competitivo que él tiene cuando está jugando en el terreno de juego.

Posiblemente, como todo lo bueno en esta vida, tiene un poco de ambas partes.

Esta es la historia reseñable de la trayectoria de Gavi, desde el pequeño niño que empezó en su pequeño pueblo de Andalucía, hasta el primer equipo del Barcelona, la Champions y la Copa del mundo en España, en un espacio de tiempo de 12 años, desde que empezó a dar sus primeros pasos en el mundo del fútbol.


Pablo Páez Gavira “Gavi”, nació el 5 de agosto de 2004 cerca del Guadalquivir, el río que cruza Andalucía de este a oste antes de unirse a la inmensidad del Océano Atlántico.

Creció en Los Palacios y Villafranca, una ciudad agrícola de alrededor de 38.000 habitantes, localizada a una media hora al sur de la ciudad de Sevilla. Paseando por sus calles, casas blancas de baja altura con flores llenas de colores en los balcones, ves que es un lugar diferente para vivir aquí, tranquilamente y observando todo lo que hay alrededor.

El edificio más icónico del municipio es la torre del agua, de treinta metros de altura, que está pegada a los campos de fútbol. En éstas décadas recientes, tres jugadores españoles internacionales han surgido de esos campos, el centrocampista del PSG Fabián Ruiz, el delantero veterano del Sevilla Jesús Navas, y ahora Gavi.

Hay una leyenda local que vincula a los tres. La riqueza de la tierra hace a los tomates de Los Palacios con un sabor y gusto particular, y son reconocidos por su calidad. Los más creativos y simpáticos del municipio, creen que los tomates y su especial calidad nutricional son la clave para los éxitos de los tres futbolistas.

Cuando oyes a todos los del municipio remarcar el talento único de Gavi, está claro que es algo más que esto.

Bajo el nombre de “Estadio Municipal Las Marismas”, sede de La Liara Balompie, hay un chico de unos ocho años comiendo su bocadillo. Éste es el primer club donde jugó Gavi. Quizá puede pensar uno que hace diez años, él hubiera sido ese mismo chico en la misma escena.

Alrededor de las puertas abiertas del estadio, niños de diferentes edades están entrenando, quizás soñando que un día lleguen a ser un chico como Gavi, un increíble jugador de la Europea Sub 21 como Ruiz, o un ganador de la copa del mundo como Navas.

Dentro, está su primer entrenador, Manuel Basco, conocido en el municipio, por su mote “Batalla” (Battle en inglés)

Él nos lleva hasta el otoño de 2010, con la temporada prácticamente en desarrollo, su equipo dio la bienvenida a una nueva llegada, joven llamado Pablo, que parecía más joven en su edad.

“Cuando él llegó, yo ya tenía hecho el equipo, pero cuando empezó a entrenar con nosotros, vi que tenía algo diferente. No es habitual para un niño de 6 años, coordinarse tan bien, llevar la pelota o tener un espíritu de lucha competitivo”, señala Basco.

 

El equipo de Basco ya tenía un chico llamado Pablo, y cuando el entrenador llamaba por uno de los dos, ambos se daban la vuelta señalados. Este fue el momento en el que uno de los Pablo, pasó a ser Gavi.

Como el futuro jugador del Barcelona era el más joven de los dos, le llamaron Gavira, por su apellido, que terminó recortándose a Gavi, en la actualidad.

Basco lo describe como un chico tímido fuera de la pista de juego, pero que se transforma en un animal competitivo cuando él tiene la pelota. Pablo Otero, que también le entrenó en La Liara, está de acuerdo.

“Tenía el mismo comportamiento que tiene actualmente”, dice Otero. “Venía muy tímido, parecía que no existía, entonces él entraba en el campo de juego y se convirtió en el líder de sus compañeros, el primero que estaba allí para cualquier función”

“Él no era el típico chico autodidacta que quería simplemente marcar un montón de goles. Él fue el primero de defender, como es hoy, y el primero para atacar, no creo que haya cambiado mucho su parecer”

“En esa edad, cuando yo estaba entrenando con él, cuando tenía 7 años, muchas técnicas de juego de los niños no son espectaculares, pero él sí lo era. Él tenía la técnica y habilidad que muchos niños cuatro o cinco años mayores que él no tenían, él lo desarrolló”

“Tuvo mucho portento físico, incluso no siendo mayor de estatura. Él podía luchar con cualquiera, era fuerte, corría más que otros y cuando tenía el balón, podías ver inmediatamente su calidad, en cada regate y cada tiro”

Por Los Palacios, muchos dicen conocer o haber conocido a Gavi, que dejó el municipio y se marchó a Barcelona con 11 años. Hablan de su timidez pero un chico encantador y afectivo, llegando a ser incluso bromista.

Vecinos cercanos a su familia los recuerdan siempre con una pelota, por las calles. Ellos creen que el secreto de su éxito, más allá de los mitos sobre los tomates, reside en la influencia de su familia. La imagen que ellos describen es de un grupo trabajador y autodidacta, que nunca pone demasiada presión en su chico, en sus aventuras en la élite del fútbol.

Gracias a su buen juego con La Liara, el potencial de Gavi fue rápidamente reconocido por la zona, y el Real Betis mostró interés. A mitad de la temporada con los sub-6, contactaron con él y le invitaron a entrenar. A los 9 años, él firmó por el Betis y dejó La Liara. Pero él no estaría por mucho tiempo en el Betis.

Jugando con el Betis, Gavi empezó a jugar en competiciones nacionales, y marcó tres goles en la final del torneo donde venció al Barcelona por 5 a 0. Tras dos años estando en el equipo verdiblanco, él estaba preparado para ir a Cataluña.

“Algunos de los entrenadores de nuestra cantera, me contaron que el Betis nos daría problemas porque tenían un jugador que era muy bueno”, indica Pau Moral, quien fue el entrenador de Gavi durante sus primeros años en la Masía.

Gavi tenía 11 años cuando llegó a Barcelona, hizo la mudanza con su familia, viviendo la familia en un piso que le dispuso el club. Pasado un año, Gavi decidió mudarse con sus compañeros de club en la academia del Barça, La Masía, y su madre y su padre, volvieron al sur.

“Incluso con el equipo de un alto nivel de competencia, nosotros vimos rápidamente que él era diferente”, dice Moral, sobre los primeros entrenamientos de Gavi en su equipo.

“Había jugadores relevantes como Alex Valle (actualmente cedido en el FC Andorra) y Marc Jurado, que ahora está en el Manchester United, por lo que la entrada de Gavi en esta misma generación y mantenerse, no era fácil, pero lo hizo”

“Me sorprendió porque era un jugador técnico que hizo todo en una forma intensa, esa chispa y velocidad de ejecución fue lo que me sorprendió gratamente”

“También la alta competitividad mental que tiene. Cuando sale al campo de fútbol, esté entrenando o jugando un partido, lo da todo, es una bestia competitiva”

Moral cuenta la historia del debut de Gavi en el equipo sub-11, fue en un torneo jugado en Sant Cugat del Vallès, al norte de Barcelona, frente al Espanyol.

Gavi marcó un gol y en un lance recibió un golpe en su cara que le partió la nariz y le dañó uno de sus dientes. Fue llevado al hospital y tuvo que operarse, estando en reposo durante unas semanas sin jugar.

Cuando volvió, disputó otro torneo en Burriana, cerca de Villarreal. Esta ocasión, el Barça disputó su partido contra el Betis.

Moral prosigue su historia: “En el último lance del juego, hubo un cruce y Gavi vino a entrar un remate con la cabeza como un animal y marcó un gol”

“Viniendo de lo que justamente había hecho antes, actuó sin miedo. No le preocupaba, vio la pelota y fue como un león rápido hacia ella, otro jugador se lo hubiera pensado dos veces antes de hacerlo”


En el verano de 2021, el entonces entrenador del Barça Ronald Koeman, decidió elegir a Gavi, que entonces tenía 16 años, para la pretemporada del club senior en su gira. Escuchó buenas informaciones y decidió comprobarlo por sí mismo.

Él claramente no estaba decepcionado ante el juego del palaciego.

El 29 de agosto de aquél año, Gavi hizo su primer partido de competición con debut en el Camp Nou, en una victoria sobre el Getafe por 2 a 1, había cumplido 17 años, 24 días antes.

Algo más de un mes después, el 6 de octubre, Luis Enrique le dio otra oportunidad para debutar a Gavi, convirtiéndose en el jugador de la selección española más joven de toda su historia. Cuando él jugó contra Italia en la Semifinal de la Liga de las Naciones, él contaba con 17 años de edad y 62 días.

Casi un año después, en septiembre de 2022, Gavi firmó un nuevo contrato, su primer contrato como jugador profesional, unido al Barça hasta el año 2026, aunque ha tenido recientemente unos problemas de registro en La Liga. Entonces más adelante, llegó la Copa del Mundo, en la que fue también debutante y jugador importante para España.

Sus partidos con el Barça durante los últimos meses, han hecho lugar en la plantilla dirigida por Xavi, sin duda alguna. Su juego ha madurado y está jugando con la misma pasión, pero ahora con el dorsal número 6, es el mismo dorsal que llevó durante mucho tiempo Xavi, otro símbolo de cómo el club admira el talento de Gavi.

Ahora Gavi ha llegado a la mayoría de edad, aunque él siga sin anudarse sus cordones.

(Fotos de: David S. Bustamante/Alex Caparros/Getty Images. Diseño gráfico y montaje fotográfico: Eamonn Dalton. Archivo de La Liara Balompié / Manuel Basco)

 

Sopeao, “Zopeao” en Los Palacios y Villafranca…

 

El Sopeao, “Zopeao”, es un plato típico de la cocina tradicional sevillana del Bajo Guadalquivir, muy relacionado también con el Arranque Roteño, aunque este manjar se presenta triturado y se come preferiblemente con un buen pimiento de cuerno de cabra...  

Su base es como la de un gazpacho, al que se añade pan troceado y verduras de temporada, pimiento, cebolletas e incluso rabanitos o habas tiernas. En algunos casos también huevos cocidos y un poco de melva…

Popularmente se ha hecho en lebrillo de barro y presentado también en él. Los comensales, con sus cucharas, solían atender al llamamiento de la voz que decía, ¡Cuchará y paso atrás! Y así se iban arrimando al lebrillo por turnos para comer a partes iguales.

Presentamos la receta que el palaciego José M. Barrios usa para la elaboración del “Zopeao” en Los Palacios y Villafranca.


1.- En el lebrillo de barro majamos con machacadera de madera ajos, hierbabuena, un pimiento verde y sal. Todo muy bien picado.




2.-Añadimos tomates sin piel y troceados, a ojo, aunque al menos que sea un kilo. 



3.- Agregamos un poco de pan duro, aconsejable que sea del día anterior, y al irse esponjando con el jugo de los tomates facilitará el majao.



4.- Hay quien añade también un par de huevos duros y así no quedara el preparado tan líquido al añadir el agua al final del proceso.



5.- Machacamos todo muy bien, hasta que queden todos los ingredientes finamente mezclados.





6.- Añadimos cebolla nueva tierna y lechuga bien picada y unos huevos duros troceados.






7.- Añadimos aceite de oliva virgen extra y vinagre al gusto. Vertemos agua y corregimos la sal, el aceite y el vinagre al gusto de cada uno.  


8.-Finalizamos añadiendo nuevamente pan duro, par que se empape con el jugo que hemos formado.



9.- Como variantes, hay personas que suelen adornar el “Sopeao” con melva, habas tiernas, rabanitos picados, huevos troceados, pimientos verdes, etc. Ya está en el gusto de cada uno…



Miguel Sánchez Martín, marzo de 2021


 

BIBLIOGRAFÍA.

1.- Fotos cedidas por José M. Barrios

2.- Receta de José M. Barrios